Semana del 20 al 26 de enero de 2007
COURE (BARCELONA)
Al alcance de todos
RAFAEL GARCÍA SANTOS
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Más
información
Dirección: Pasaje Marimón,
20. 08021 Barcelona.
Teléfono: 932 007 532.
E-mail: .
Cierra: Domingo y lunes. Una semana en
Semana Santa y 3 en agosto.
Precio: 55/70 euros.
Degustación: 38 euros.
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CALIFICACIÓN |
7 |
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Albert Ventura, joven pero ya muy experimentado
chef y propietario de Coure, siempre se ha distinguido
por su inteligente equilibrio. Desde los inicios de
su corta y fructífera andadura siempre ha sabido
manifestar con suma precisión lo que quiere,
y saber como llegar. Cuestiones que borda. Sin caer
en las habituales celadas fruto de frívolas adulaciones
y comedores llenos cada día, ha sabido mantener
el tipo. Efectivamente, su línea actual es continuista
en la evolución, es decir, comercial y generosa
en el mejor sentido de la palabra.
En Coure no hay sobresaltos técnicos
ni sápidos; hay un argumento sólido, un
estilo propio que se fundamenta día a día
con la rigurosa selección de la materia prima,
la incansable exigencia coquinaria y la búsqueda
exitosa de la armonía y el equilibrio. Los platos
son siempre reconocibles, honestos, aunque incorporan
guiños y puntillos que los hacen apaciblemente
contemporáneos, conjugando el respeto por el
producto y un acertado sabor polifónico final.
Así pues, estamos ante un cocinero
de largo recorrido, que tiene muy claro lo que gusta
y que, poco a poco, va introduciendo toques más
arriesgados sin caerse de la moto. Acelera, vamos. Expresión
de lo dicho son algunos de sus últimos platos,
donde encontramos todo el espectro del placer gustativo,
desde lo más suculento a lo más intelectualizado.
El primer abreboca, una coca de cebolla
con sardina marinada y espuma de naranja de afinadísimo
tono y un más común gazpacho de fresas
con manjarosas gambas de Palamós. El aperitivo
sigue con un auto homenaje de anchoas del Cantábrico
con almendra tierna y gelatina de vermouth. Continúa
el estímulo con una primera parada importante
del camino: ventresca de atún, perfecta, con
aromática y desengrasante lima y potenciadora
berenjena ahumada. Aceleramos, amigos.
Segunda parada: lubina de playa, explosiva,
de certera cocción, con sabroso arroz caldoso
de erizos y butifarra negra. ¡Viva la armonía!
El último envite llega en forma de cochinillo,
crujiente por fuera y mantecosos en sus entrañas,
con echalotes y puré de manzana al horno. Ahí
se demuestra la profesión de Albert. Nada nuevo,
pero el público ya pide el bis. Y el banderazo
llega con los postres, que han ganado en concepto y
ejecución. Ideales el granizado de gin tonic
con sorbete de maría luisa y el milhojas de pera
con infusión de hierva limón y anís
estrellado. Un ejemplo de alta cocina posibilista a
unos precios de agradecer.
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