Semana del 14 al 20 de agosto de 2004
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Dirección:
Ctra. As-18, Km II. 33192 Pruvia-Llanera (Asturias).
Teléfono:
985265836.
Email:
Web:
Cierra: No cierra.
Precio de la fabada:
33 euros.
Menú:
50 euros.
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CALIFICACIÓN |
6,5 |
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LA CAMPANA (ASTURIAS)
Un restaurante popular
en sabia evolución
Una gran delicadeza en los
sabores y nuevas recetas en su carta hacen de éste
un restaurante tradicional de categoría
RAFAEL GARCÍA SANTOS
La Campana empezó siendo un restaurante
popular, labor que desempeñó a la par
que decidió especializarse en bodas, tema en
el que lidera el negocio en la región. Dos motivos,
además de una buena comida, han influido en su
multitudinario éxito: cuenta con una preciosa
finca de 40.000 metros cuadrados y ofrece un espléndido
montaje en sus numerosos comedores. Su propietario,
Manuel Bobes (en la foto), aspira ahora a mucho más,
a construir un restaurante gastronómico. Para
ello, ha tomado dos decisiones trascendentes sin regatear
medios.
Por un lado, ha separado el comedor a
la carta, que cuenta con instalaciones independientes,
también de cocina, al que llama El Llar. Por
otro, ha fichado como asesor al mejor cocinero de Asturias,
Nacho Manzano, que dirige Casa Marcial, en Arriondas,
y acude a La Campana cuatro noches por semana. Con la
llegada de este chef a El Llar de la Campana
se aprecian varias cosas. Una mayor delicadeza y conjunción
en sabores y platos. También, que se construye
con mayor profundidad, hay más fondo de cocina
tanto en planteamientos como en desarrollos. Y un tercer
aliciente lo constituye la incorporación de ciertas
recetas modernas de fácil asimilación,
que hacen más variada y atractiva la carta, sin
dejar de ser por ello un restaurante tradicional.
Es obligado comer tres platos que hacen
como en muy pocos sitios. La fabada es archifamosa en
la región, pues siendo potente se
ha ido desengrasando y afinando hasta conseguir aplausos
y vítores de tirios y troyanos, entre otras razones
por la calidad de la legumbre y la expresividad del
caldo. Repite la notabilidad alta el bacalao al pil
pil, de carnes gruesas, tornasoladas, jugosas, naturalísimas,
impregnadas de una salsa delicadísima, tanto
en sabor como emulsión, a lo que hay que añadir
el incentivo de unas verduras a la parrilla.
La chuleta ratifica algunas verdades
de este proyecto: gran selección de producto
y hechuras milimétricas
tanto en los fogones
como en la parrilla, que se domina con docta mano. Si
bien casi todos los platos son convencionales, incidiendo
en los gustos locales y recreándose en el recetario
asturiano, también se encuentran algunas fórmulas
más elaboradas y modernas, como el bonito marinado
y prácticamente crudo con vinagreta de verduras,
o la mousse de aguacate con queso de cabra. Y un fenomenal
suflé fluido de chocolate con helado de pimienta.
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