Semana del 14 al 20 de julio de 2007
TABERNA DE ROTILIO (PONTEVEDRA)
Legendaria Galicia
RAFAEL GARCÍA SANTOS
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información
Dirección: Avda. do Porto,
7-9. 36960 Sanxenxo. (Pontevedra).
Teléfono: 986720200.
E-mail: .
Cierra: Domingos noche, lunes de setiembre
a julio y del 15 de diciembre al 15 de enero.
Precio: 60/90 euros.
Degustación: 42 y 58 E
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CALIFICACIÓN |
7 |
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Manicha Bermúdez ha conseguido
convertir su Taberna de Rotilio en uno de
los restaurantes más seguros de Galicia, algo
que sabe bien una clientela totalmente fidelizada que
obliga a prever la visita y hacer la correspondiente
reserva, sobre todo en agosto, mes en el que Sanxenxo
está a rebosar. Manicha, otra de las grandes
damas de la cocina gallega, es un clarísimo
ejemplo de lo que podríamos llamar vía
intermedia, la que busca el equilibrio entre los
platos de siempre, vistos con óptica actual,
y las creaciones que nunca faltan en la carta. Al comedor
tradicional y al habilitado hace algunos años
en la planta superior hay que unir ahora otro, sólo
para las noches, en la terraza del edificio (del hotel),
con unas vistas impresionantes sobre la ría y
con un menú cerrado a 58 euros (bodega aparte).
En carta, como siempre, unos mariscos
de exposición, con nota especial para los camarones
de Sanxenxo, pero ni centollas, ni nécoras, ni
percebes desmerecen jamás. Una joya de la casa:
la impresionante empanada de vieiras, con una masa hojaldrada
que es poco menos que un secreto de Estado;
una empanada ciertamente memorable, a la que siempre
hay que hacerle un hueco en el menú, aunque sea
como aperitivo a compartir. Después, platos creativos
con mariscos de concha (ostras, berberechos...) o nuevas
fórmulas para el pulpo, y también para
las xoubas (sardinillas). Los pescados son espléndidos;
conviven fórmulas clásicas con recuperaciones
de recetas olvidadas (la merluza mechada) o novedades
(el papillote de filloa relleno de salmonete y verduritas).
Tienen muchísima salida sus arroces marineros,
siempre correctos. En cuanto a las carnes, y entre ellas
figuran unos callos a la gallega (con garbanzos) de
muchísima enjundia, hay buenos cortes de vacuno,
y se saben trabajar tanto las aves de corral como, especialmente,
las de palomar.
Los postres mantienen un nivel alto.
El equipo de sala es atento y eficaz incluso en caso
de lleno hasta la bandera. Y la carta de vinos, de formato
renovado, es una auténtica invitación
a disfrutar de la parte líquida; lógicamente,
en blancos dominan los vinos gallegos, pero la bodega
está lo suficientemente bien surtida para permitir
incluso caprichos. Una casa muy sólida, con un
plausible equilibrio culinario y un permanente afán
de hacer las cosas bien..
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