Semana del 10 al 16 de diciembre de 2005

LA SUCURSAL (VALENCIA)
Empaque y sensatez

RAFAEL GARCÍA SANTOS

Dirección: Guillén de Castro, 118. 46003 Valencia.
Teléfono: 963 746 665.
Información: lasucursal_ ivam@terra.es.
Cierra: Sábados al mediodía, domingos, quince días en Semana Santa y otros tantos en agosto.
Precio: 50/75 euros.
Menú degustación: 58 euros.

CALIFICACIÓN 7,5
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La última temporada de La Sucursal ratifica el proceso de superación en el que esta inmerso este restaurante valenciano. Y es que la familia Salvador –Javier (en la foto) y Manoli– lo está haciendo muy bien en todos los terrenos: un local precioso, servicio eficiente, trato amable, fenomenal relación calidad-precio... lo que conlleva un gran ambiente. Pero todo eso no sería suficiente si no se reflejase en el plato. En esa puja cuentan con la inestimable ayuda de un joven, Vicente Torres, portavoz de las inquietudes de la casa, que quedan patentes a través de una alta cocina moderna esencial con sabores amables y referencias permanentes.

La oferta se inspira en la cultura tradicional para ‘sibaritizarla’ sin estridencias. La sensatez esta permanentemente presente en cada articulación. Así se coge una gamba roja, presentada con cabeza, para que el comensal chupe con fruición tanta manjarosidad, y pelada la cola, para mejor escenificación y mayor comodidad, y se dispone sobre un gustoso trinxat, con una cebolleta glaseada impecablemente y con el realce de un embriagador suquet; no se puede reformar con más inteligencia un condumio.

La inspiración y el refinamiento se repiten una y otra vez ratificando un estilo: cintas de sepia con pelota de carne y mano de cerdo con su jugo y crema de guisantes. La distinción y la memoria histórica vuelven a quedar patentes en el bogavante envuelto en tocino con guisantes a la menta y setas de temporada. Concreción mental, sutilidad sápida, imaginación ponderada, sentido de la estética y producto estelar: lomo de bacalao –¡qué calidad!, ¡que cocción!– con infusión gelatinizada de acelgas, tomate confitado, hojas varias... un primor.

Al festín se le pone la guinda con unas clamorosas cerezas estofadas con vino tinto y vainilla que se acompañan con un helado de queso azul. La clientela, moderna, culta y con clase, en consonancia con el espacio, no permite que le priven de lo que considera irremplazable: el foie mi-cuit con tosta de brioche casero, manzana y vainilla y el arroz meloso de navajas y almejas cubierto con un fino carpaccio de pulpo con los excitantes contrapuntos de jengibre y limón, entre otras exquisiteces.

El restaurante se encuentra en el Instituto Valenciano de Arte Moderno; pura coherencia con su oferta gastronómica.


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