Semana del 9 al 15 de octubre de 2004

Dirección: Ctra. Sant Hilari, s/n. En el cruce de la carretera de Sant Julià de Vilatorta con Eix Transversal (C-25 Este), de Girona a Lleida. 08506 Calldetenes. (Barcelona).
Teléfono: 93 889 10 23.
Email: info@canjubany.com.
Web: canjubany.com.
Cierra: Domingos, lunes, 21 días en enero y las dos primeras semanas de septiembre.
Precio: 55/70 euros.
Menú degustación: 33/69 euros.

CALIFICACIÓN 7,5
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CAN JUBANY (BARCELONA)
Placer en expansión

El comensal recibe unas sensaciones extraordinarias en este restaurante, que ha añadido nuevas incorporaciones a la última carta

RAFAEL GARCÍA SANTOS

Se podrán discutir distancias conceptuales con Nandu Jubany, pero nunca su efectividad práctica. Se podrá exigir un mayor compromiso con formulas imaginativas, con sabores novedosos, con una coquinaria artística, por supuesto que sí, pero también es verdad que jamás se podrá cuestionar que el placer que recibe el comensal en este restaurante es, como en muy pocos, excepcional. Conociendo al personaje, mirando el paisaje, uno comprende que la palabra que aquí se impone y destaca es autenticidad.

Culinaria de producto, local en muchos casos, siempre extraordinaria. Culinaria con un profundo sentimiento catalán, fiel a los sabores tradicionales, que se veneran mientras se actualizan. Culinaria sólida con sabiduría teórica y práctica. Culinaria suculenta y copiosa. En fin, una culinaria de verdad, con valores tan prosaicos como incontrovertibles. ¡Qué bien se papea en Can Jubany!

Importantes incorporaciones en la última carta. La sopa de tomate con sandía, bacalao esqueixat y helado de aceite de oliva no puede ser más delicada, refrescante y colorista. El milhojas de ceps y rebozuelos con foie gras recubierto por un escultural, crocante, frágil y sibarítico nougat de piñones es un alarde de sensaciones tan estimulantes como apacibles. Ingenioso y realmente primoroso el mármol de sepia: una especie de tartar crudo y caliente, planchado, con forma alargada que emula a una cigala o a una salchicha tornasolada.

Los rovellons con butifarra y panceta tienen tres virtudes: géneros excelsos –especialmente las setas, las mejores intrínsecamente del año–, cocciones independientes y sumamente precisas y una suculencia arrolladora. Arroces estupendos, que se van sucediendo, como el de espardenyes y cigalas, el de calamares y gambas y el de setas con foie gras. El morro de bacalao al horno de leña con patatas bufet, butifarra y huevo arrasa por contundencia gustativa, y el costillar de cabrito por naturalísima manjarosidad y jugosidad.

La ensalada de contrastes está resuelta con mágico equilibrio; el pie de cerdo sin faena relleno de tripitas de bacalao y con setas; el cochinillo confitado y asado sobre trinxat y setas; el mojito y la piña colada son títulos para la posteridad que vienen contribuyendo al clamoroso éxito de que disfruta el establecimiento, así como a su creciente prestigio.


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