Semana del 3 al 9 de abril de 2004
|
Dirección:
Avda. Josep Tarradelles, 45-47. 25001 (Lérida).
Teléfono:
973211541.
Cierra: las
noches de los domingos y lunes, Semana Santa y
la segunda quincena de agosto.
Precio: 50/65
euros.
Menú degustación:
41 y 53 euros.
|
CALIFICACIÓN |
7,5 |
|
|
MALENA (LLEIDA)
Originalidad en medio de
la idiosincrasia catalana
Unos platos muy preparados
y con gran sentido del gusto jalonan el trabajo de un
gran chef: Xixo Castaño
RAFAEL GARCÍA SANTOS
Hay que felicitarse del éxito
de Xixo Castaño, un chef que ha sufrido
una larga travesía por el desierto en un pequeño
y cutre local situado en las afueras de Lérida,
donde ofrecía alta cocina de una modernidad incomprendida.
Después de todo eso, el cocinero ha culminado
el proyecto con el que siempre soñó, que
no es otro que disponer de un marco espectacular, grandioso,
rebosante de gentes que admiran la audacia de sus platos
y que reconocen su bien hacer.
Las suyas son articulaciones muy pensadas,
muy maduras, bien estructuradas y resueltas, que recrean
sabores conocidos con inusitado refinamiento y harta
complejidad. El pan con aceite y arbequina constituye
una ocurrente y distinguida exaltación de tan
simpático condumio local. Lo mismo, y hasta mejor,
sucede con la sardina, apenas marinada, prácticamente
cruda, que se dispone sobre una pasta de pan humedecida
en jugo de tomate y se acompaña con una guarnición
acorde: corazones de tomate con almendras. Resulta una
exquisita e inmaculada plasmación de gustos familiares.
Las cigalas con láminas de trufas,
setas, puré de piñones y gelatina de pino
conforman una fórmula incontrovertible por la
majestuosidad de los ingredientes y por la precisión
con que se resuelven. El plato cuenta además
con el refuerzo de unos aromas de bosque. Otro testimonio
que ratifica la filosofía de la casa producto,
meticulosidad y referencias son las gambas salteadas
con extracto de sus cabezas y puré de patatas
al azafrán. Inmensa calidad atesora la cremosa
yema de huevo de gallina de picoteo libre,
con la clara frita y emulsionada y unas láminas
de alcachofa magistralmente cocidas al vacío.
Los pulpitos con sopa de cebolla impregnada
de espuma de parmesano actualiza una construcción
elemental hasta elevarla al rango de manjar. El foie
gras, estupendo de calidad, impecable de hechura, nada
en un primoroso caldo de ceps y se tiñe con una
bella y expresiva espuma de oporto. La lubina, con un
romesco deconstruido y calços, tiene sabiduría
e historia, siempre sustentada en el producto y el virtuosismo.
Y la casola de tros constituye una sutil
y liviana propuesta que ha perdido en el camino el rusticismo
original sin ceder en un ápice su poder de convencimiento:
tocino, costilla, butifarra, caracoles, patata
En pocas palabras, cocina catalana, con especial incidencia
en lo local, reinventada por un chef sofisticadamente
asumible.
|