Semana del 28 de abril al 4 de mayo de
2007
PUERTA 57 (MADRID)
Escaparate popular
RAFAEL GARCÍA SANTOS
|
Más
información
Localidad: 28036 Madrid.
Dirección: Estadio Santiago Bernabéu.
Padre Damián, s/n
Teléfono: 914573361
E-mail: puerta57@puerta57.com
Cierra: Domingos noche
Precio: 70/120 euros.
|
CALIFICACIÓN |
7 |
|
|
Fue muy audaz la familia Tejedor al ocurrírsele
montar este restaurante en pleno estadio Santiago Bernabeu,
uno de cuyos comedores contempla el terreno de juego,
todos ellos, incluido el bar, siempre se encuentran
abarrotados, por lo que la reserva anticipada es condición
para poder disponer de un palco con vistas al césped.
Seguramente la singularidad de la postal contribuye
al éxito, tambien que lo frecuente el todo
Madrid, pero sobretodo la oferta gastronómica,
nacida para triunfar. Javier Tejedor no se cansa de
pregonar con orgullo su identidad: «Somos una
casa de comidas. Dignificamos las casas de comidas».
Sí, pero también mucho más, más
exacto seria definir a Puerta 57 como el fiel exponente
de las cocinas regionales de España refinadas
sin dejar de ser convencionales. En su carta ofrece
ensaladilla rusa, gambas en gabardina, navajas a la
plancha, calamares a la romana, boquerones a la andaluza,
fideuà, diversos arroces, merluza en salsa verde,
rodaballo a la gallega... en definitiva, cincuenta platos
emblemáticos de nuestro costumbrismo culinario.
En coherencia con su ser propone cada
día un extraordinario condumio: los lunes patatas
a la riojana, los martes lentejas pardinas con chorizo
y tocino, los jueves fabada La Maquina y
los miércoles un memorable cocido; con toda seguridad
el mejor de Madrid. Por 34 euros se termina ahito de
placer: inmensamente rica la sopa, cremosos los garbanzos
y memorable la gulesca bandeja de carnes ¡Qué
morcillo! ¡Qué tocino! ¡Qué
chorizo! Nobleza obliga.
Para picar; percebes, ostras, almejas,
cigalas...los mejorcitos mariscos de Atlántico
o del Mediterráneo. El pulpo de pedrero con patatas
mantiene la tónica general: selecto producto,
gusto histórico y copiosidad. También
estan muy conseguidos los pescaditos fritos, especialmente
las pijotas y los salmonetitos, que salen crujientes
por fuera y jugosos junto a la espina, sin apenas harina.
El bacalao al pil pil, que se prepara los jueves y viernes,
merece todos los honores, dentro de un estilo tabernario
distinguido. El besugo con refrito y patatas gallegas
memorable desde todos los puntos de vista. El rodaballo,
suelen ser piezas gigantes, sale exultante de sabrosura
y gelatinosidad, magnificado por una ajada de coge pan
y moja. Los callos a la asturiana representan la enésima
sibaritización del rancio abolengo. Y el jarrete
nos retorna a la tierna infancia ya sin mama en los
fogones.
En pocas palabras, para comer a gusto,
según mandan los cánones, en un ambiente
distinguido.
|