Semana del 16 al 23 de junio de 2007
BENS D'AVALL (MALLORCA)
Mirando al mar
RAFAEL GARCÍA SANTOS
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información
Dirección: Urbanización Costa
Deià, ctra. Sóller-Deià.
07100 Sóller. (Mallorca)
Teléfono: 971 632 381
E-mail:
info@bensdavall.com
Cierra: Domingos noche y lunes y del 6
de noviembre al 6 de
marzo
Precio: 52/68 euros
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CALIFICACIÓN |
7.5
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El patrón y cocinero de esta casa,
Benito Vicens, es el paradigma de la alta cocina balear
de autor. Productos, cultura, inspiraciones... todo
destila sabor y gustos mallorquines. Sus articulaciones
expresan el sentimiento gastronómico local elevado
al refinamiento universal con indudable impronta. Ofrece
fórmulas reflexivas, laboriosas, técnicas,
modernas y armónicas llamadas a gustar a todos.
Toda la carta cambia cada año, salvo un clásico
de la casa, el carpaccio de gambas rojas de Soller con
ensalada de rúcola, escarola, brotes y piñones
con pesto casero de albahaca, agua de mar gelatinizada
y láminas de queso curado mallorquín,
que se retoca cada año en los accesorios. Ahora
se ha convertido en una majestuosa ensalada integral
rebosante de frescor y complejidad que preserva la inmaculabilidad
de todos los elementos, incluidos las gambas, frescas
y aplastadas en vez congeladas y lonchadas.
Perduran, eso sí, las gambas rojas, la llampuga,
los salmonetes, el cap roig o cabracho, la langosta,
el cordero, la lechona... que dan rienda suelta a una
imaginación siempre ponderada y exuberante en
matices. En el menú ideal hay que incluir, además
del anterior plato, las portentosas sopas mallorquinas
migas secas de pan impregnadas de profundo sabor
a mar con verduras crudas y cocidas, hinojo marino
encurtido, una antológica, mejor, perfecta terrina
de pintada y medallones y pinzas de langosta; locura
gastronómica que lo tiene todo, y más.
También las ostras con punzu sabroso caldo
de bonito ahumado y granizado del vino blanco
chablis y el cordero asado con aromas de campo, cous
cous de apio-nabo y pera, ñoquis coulant de leche
de oveja, jugo especiado y setas pié azul.
Ni qué decir tiene que el chef se lo toma a pecho
en cada construcción. Siempre cabrá la
duda de si elegimos el cordero o la pequeña lechona,
mantequillosa y crocante, perfumada con naranja y enebro
y engalanada con manzana a la pimienta rosa y salsifíes
al dente, además de su jugo reducido. Y cómo
no, la fresca, liviana y audaz versión del manjar
blanco con limón.
Conviene reservar una de las mesas de la terraza que
se encuentra junto a la barandilla, desde donde se contempla
una bellísima y relajante panorámica del
Mediterráneo.
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