Semana del 10 al 16 de junio de 2006

LA BOLERA (CÓRDOBA)
Oasis cordobés

RAFAEL GARCÍA SANTOS

Dirección: Padre
Torrero, 17. 14280 Belalcázar (Córdoba).
Teléfono:957146300.
Información: danielms@ hrlabolera.com
Cierra: Lunes, primera quincena de octubre y febrero.
Precio: 40/50 euros
Menú degustación: 36 euros

CALIFICACIÓN 7
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En un pueblecito de la entrada al valle de los Pedroches y a 100 kilómetros de la capital cordobesa se encuentra situado La Bolera, un reducto de alta cocina andaluza prácticamente desconocido si no fuese por el boca a boca de la ciudadanía que lo frecuenta. El cocinero es Daniel Martín Sánchez, un joven belalcazareño que, tras finalizar sus estudios en Córdoba, marchó al País Vasco y Cataluña, donde tuvo como maestros a algunos de los más grandes cocineros españoles como Pedro Subijana, Santi Santamaría y Juan Mari Arzak. La nostalgia por Andalucía y el deseo de tener un proyecto propio le hace regresar a su tierra, donde hace tres años crea La Bolera como restaurante anexo al negocio de hostelería que regenta su familia.

Si algo define la cocina de Daniel Martín es el respeto por las materias primas, que en este caso son excelentes pues en su mayoría proceden de las próximas dehesas de Sierra Morena, el profundo conocimiento que de las más modernas técnicas culinarias tiene este joven chef y su exquisito gusto para articular con personalidad propia los platos que diseña.

Ejemplos de ello son los deslumbrantes aperitivos y entradas de base andaluza: anchoas en vinagre con salmorejo, muy conseguido ajoblanco de la tierra, delicado crujiente de cigalas y queso, perfecto bocadito de torta del Casar, deliciosas cigalitas al cacao sobre puré de patatas, innovador revuelto espumoso de cebolla y habas o gustoso tartare de langostinos con gazpacho. También destaca el interés de la casa por rescatar algunos de los pescados de agua dulce de aquellos parajes, como el denominado salmonete de río (perca americana) con manitas de cerdo y sandía.

Y ya en tono mayor, destacar sobre todo los platos realizados con bacalao, en especial el dispuesto sobre brandada con sopa de queso, las carnes en general, y, especialmente, las de cerdo ibérico de la zona, entre las cuales la panceta al horno con cocido de garbanzos, la carrillada en salsa con puré de patatas y la presa ibérica con crujiente de kikos alcanzan un gran nivel.

En los postres conviene no olvidar la curiosa y conseguida deconstrucción que se realiza empleando resol, uno de los licores caseros más antiguos de la zona compuesto por anís, canela, café y azúcar. Un interesante descubrimiento gastronómico que justifica el desvío, aunque se aconseja reservar..


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