Semana del 13 al 19 de enero de 2007
PALO CORTADO (MÁLAGA)
Gusto e inquietud
RAFAEL GARCÍA SANTOS
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información
Dirección: Avda. Priest,
4. 29016 Málaga.
Teléfono: 952 608 861.
E-mail: .
Cierra: Domingos todo el año y sábados
al mediodía en verano. 3 semanas de agosto.
Precio: 50/80 euros.
Degustación: 55 euros.
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CALIFICACIÓN |
78 |
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A la chita callando y tras una prolongada
andadura, Palo Cortado ha logrado convertirse en uno
de los mejorcitos restaurantes de la Costa del Sol,
ocupando un lugar de honor en Málaga, que queda
refrendado por el éxito comercial. La clave estriba
en el equilibrio que ofrece en su carta entre una cocina
de productos de gran raigambre popular con numerosos
platos originales, que llevan el marchamo de Miguel
Palma, propietario y chef del establecimiento, que,
además de sensatez a raudales, rezuman modernidad,
esencialidad y buen gusto por doquier.
Miguel pasó una prolongada estancia con Manolo
de la Osa, trabajando en Las Rejas, en Las Pedroñeras
(Cuenca), dónde adquirió la costumbre
de exponer sabores rotundos aunque perfectamente definidos,
algo que no se prodiga en la alta cocina costera andaluza.
Hasta el punto de que en Palo Cortado, los platos de
diseño, siempre suculentos, aventajan con mucho
a las recetas más clásicas, pese a que
estas se sustentan en la notoria calidad de producto
y en el punto de hechura, como es el caso de las anchoas
en salazón en aceite de oliva, los huevos rotos
con patatas de sartén y aceite de pimientos,
el asado de pescado del día, la molleja de ternera
con verduritas al comino y las buenas carnes de ibérico
(secreto, solomillo, etc.) o de vacuno mayor, entre
las que sobresale la chuleta a la parrilla.
Entre los platos estrella de la casa hay que destacar
los impecables boquerones al natural con velo de vinagre
y diversos aderezos; el delicioso foie gras de mar (hígado
de rape) con ensalada de algas y verduras crudas; la
magnífica porra de ajo blanco y huevas de bogavante,
donde con la batidora Palma obtiene una textura similar
a la del tradicional mortero; el grandioso salpicón
de bogavante y huevas al vinagre de jerez.
En la misma línea encontramos la exquisita sopa
de ajo con yema a 50º C homenaje a Manolo
de la Osa; las potentes verduras naturales con
jugo yodado de espinacas y ostras, un mar y montaña
de primera; el parfait de pichón con moscatel,
Pedro Ximénez y gel de trufas, en la mejor estela
de Joan Roca; el arroz de verduras crudas, con un crujiente
vegetal que deslumbra; o el sensacional cremoso de gazapos
y su versión deconstruida del steack tartare,
que permite a cada comensal administrarse personalmente
los sabores y texturas de tan mítica receta.
En un tono más gourmand aunque con menor interés
gastronómico, se encuentran la contundente papada
asada con ensalada de hierbas y huevas de trucha, a
la que le perjudica un exceso de sal, y la ventresca
de atún a la brasa con ensalada de hierbas y
espárragos. Culmina la carta una esmerada repostería,
en consonancia con el compromiso y el nivel culinario..
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