Semana del 11 al 17 de septiembre de
2004
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Dirección:
08008 Barcelona. C/Roselló, 265.
Teléfono:934454000
Cierra: nunca.
Precio: 60/75
euros
Menú degustación:
60 euroscon vinos incluidos.
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CALIFICACIÓN |
6,5 |
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MOO (BARCELONA)
Un proyecto de moda en
busca de carisma
El Moo es un bello y original
espacio hostelero que se ha puesto muy de moda en lña
ciudad condal
RAFAEL GARCÍA SANTOS
De la colaboración de los hermanos
Roca con el Grupo Tragaluz no podía esperarse
otra cosa que un proyecto audaz y de calidad. El hotel
y el restaurante concebidos a partir de esta unión
lo son en gran medida, y de ello se debe sentir bien
satisfecha y orgullosa Rosa María Esteva, promotora
de este bello y original espacio hostelero que se ha
puesto muy de moda.
El chef, Felip Lufriu, y su equipo de colaboradores
tienen claro que quieren crear una cocina con personalidad
propia. Por supuesto que asumen la filosofía
que distingue a El Celler de Can Roca, manifestada una
y otra vez en el concepto de los platos, en las bases
de las que se parte a la hora de construir, en tantas
y tantas cosas que son muchas, aunque no determinen
una identidad exacta. Con los mismos orígenes
se aprecia un proyecto autónomo, pues salvo cuatro
o cinco recetas propias del restaurante de Girona, y
siempre reinterpretadas, todo lo demás son propuestas
propias, eso sí con el inconfundible sello de
pertenecer a una escuela.
Esta apuesta conlleva lo mejor y lo peor de la casa.
Algunas veces los altos riesgos que suponen las fantasías
acaban frustrando emociones más intelectuales
que reales. Pero en general, cada apuesta de futuro
del Moo parece ir ganando en solidez y eficacia. Cuando
se sustenta en grandes productos, tratados con técnicas
impecables, se llega más lejos. Es el caso de
la cigala con espuma de curry impregnada con toques
de rosa y regaliz, una fórmula excitante en la
que los contrastes armónicos lucen sobre un poderoso
ingrediente principal tratado como se merecen los dioses.
Más
o menos parecido podemos opinar de las vieiras con aterciopelada
crema de espárragos, confitura de limón
y cilantro. La complejidad de contrapuntos marca la
diferencia en disposiciones casi siempre esenciales.
El arroz con tripa de bacalao, perfumado con morcilla
ahumada, revela una conducta demagógica que se
aplaude y hasta agradece. El archifamoso timbal de foie
gras y manzana con vainilla, caramelo y otros complementos
testimonia una manera ocurrente y pragmática
de pintar en tonos pasteles la siempre atractiva terrina.
El bacalao con ajos tiernos y pan de ajos, el cochinillo
con piña y canela y la repostería contribuyen
a la convicción de que este restaurante cuenta
con bastante presente y mayor futuro, que se irá
ganando según se solidifique el equipo y aumente
la regularidad.
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