La Universidad desde la perspectiva europea
Muchos alumnos de Bachillerato deciden estos meses cuál será su futuro. Los que se decanten por la universidad serán las primeras generaciones de graduados de un nuevo modelo basado en la convergencia europea.
>>> Los estudiantes que comiencen
su formación universitaria dentro de dos años lo harán, previsiblemente, dentro del nuevo Sistema Europeo de Educación Superior, con un nuevo mapa de titulaciones reconocidas en cualquier parte de Europa. Esto supone que recibirán cuatro años de formación, al final de los cuales serán graduados, al desaparecer los títulos de licenciado y diplomado. Según el proyecto sobre la nueva organización de las enseñanzas universitarias que ha presentado el Ministerio de Educación y Ciencia, el Gobierno ha propuesto que los títulos de Grado se compongan de un total de 240 créditos ECTS y se organicen en torno a cinco ramas del conocimiento: Artes y Humanidades, Ciencias, Ciencias de la Salud, Ciencias Sociales y Jurídicas, e Ingeniería y Arquitectura.
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El objetivo de este sistema es que los programas de estudio resulten fácilmente comprensibles y comparables tanto para el alumno local como el extranjero.
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Son las propias universidades las que deben diseñar sus planes de estudio de acuerdo con las necesidades sociales. De estos créditos, 60 corresponderán a la formación en competencias básicas de la rama del conocimiento escogida. Así se facilita la posibilidad de cambiar a otro título, dentro del mismo grupo, sin merma de créditos. El proyecto también recoge el nuevo carácter de los masters oficiales. Una formación de alto nivel especializada, con el fin de mejorar las competencias específicas en su ámbito.
Por otra parte, y en aras de potenciar la movilidad, se promoverá que los estudiantes cursen, al menos, un semestre de sus estudios en una universidad extranjera. Por último, el Programa de Doctorado, aprobado en cada universidad y al que podrán acceder los estudiantes que hayan obtenido un título universitario de Master, contempla un primer periodo de formación y un segundo de investigación. En cualquier caso, la puesta en marcha de este nuevo esquema de titulaciones no supone que la pérdida de validez o vigencia de los títulos expedidos hasta el momento en el ámbito universitario.
Las siglas del futuro
Todo este entramado universitario se asientan en torno a las siglas ECTS del Sistema Europeo de Transferencia y Acumulación de créditos (ECTS), centrado en el estudiante, que se basa en la carga de trabajo del alumno necesaria para la consecución de los objetivos de un programa. Estos objetivos se especifican preferiblemente en términos de los resultados del aprendizaje y de las competencias que se han de adquirir.
El objetivo de este sistema es que los programas de estudio resulten fácilmente comprensibles y comparables para todos los estudiantes, tanto locales como extranjeros; facilita la movilidad y el reconocimiento académico; ayuda a las universidades a organizar y revisar sus programas de estudios; puede ser utilizado para diversos programas y modalidades de enseñanza, y hace que la educación superior europea sea más atractiva para los estudiantes de otros continentes.
Según este nuevo procedimiento de 60 créditos miden la carga de trabajo de un estudiante a tiempo completo durante un curso académico. Actualmente, en Europa, esta carga se sitúa entre las 1.500 y las 1.800 horas por año, y en tal caso, un crédito representa de 25 a 30 horas de trabajo.
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