27 Febrero 2007
   
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EMPLEO

Se busca el candidato perfecto
Buen currículo académico, capacidad de trabajo en equipo, flexibilidad para adaptarse al puesto y a la empresa... Muchos son los factores que influyen a la hora de escoger una persona para un puesto de trabajo.


>>> Según el último estudio del portal infoempleo.com, el año pasado se publicaron casi 300.000 ofertas de empleo en la prensa española y en su propio portal. Un 21% más que en 2005. Las empresas recurren especialmente a estos medios para ponerse en contacto con la persona más adecuada para el puesto que necesitan cubrir. Pero, ¿qué hay después de ese anuncio? Muchos de los reclamos son de empresas de selección de personal. Consultorías especializadas a las que recurren las organizaciones para conseguir el mejor resultado y que les ofrecen, tras el análisis de los candidatos, aquél que se adapta a las necesidades planteadas.

El currículo es el punto de partida para el candidato, pero tendrá que confirmar la primera impresión en la entrevista personal y los test
El currículo es el punto de partida para el candidato, pero tendrá que confirmar la primera impresión en la entrevista personal y los test.

La entidad se pone en contacto con las personas que contestan a la referencia y empieza un proceso de selección que se ha ido depurando con el tiempo. Y es que antes, ni las empresas recurrían a estos profesionales ni las entrevistas eran demasiado profundas. Eran otros tiempos. Hoy la selección de candidatos pivota en torno a dos aspectos importantes: la cualificación del candidato para el trabajo que deberá realizar y las capacidades personales que reclama el puesto y que muchas veces son intangibles. Álvaro Gómez y Javier Gómez, gerente y consultor respectivamente de la empresa Selección&Formación, aseguran que «hoy, la clave está en las personas».

Por eso, el verdadero proceso es descubrir a la persona que mejor se adecua al puesto. Un trabajo que se asemeja mucho al médico «porque se hace un diagnóstico objetivable basándose en unas pruebas», pero con una vertiente intuitiva en la que el profesional de la selección debe acertar. ¿Y atinan? «en un elevado porcentaje de casos, sí», aseguran ambos expertos. En su opinión, «para acertar en un proceso hay que conocer bien al cliente y al candidato».

La persona adecuada

Todo este compendio de mediciones tiene un método en el que el currículo es un punto de partida, no un factor determinante. Sobre todo, porque la gente trata a menudo de «maquillar» sus expedientes, especialmente en el apartado de los idiomas. La entrevista en profundidad «en la que se abordan todos los puntos clave del perfil» y los test completan esta técnica.
Pero, en esto no hay reglas cerradas y la diversidad es tal que una misma persona puede no valer para dos puestos similares en empresas diferentes. Y es que, tal y como constatan desde Selección&Formación, «el candidato bueno gusta a todo el mundo, pero ese candidato no vale para todos los trabajos, tiene que adaptarse al medio, en este caso, la empresa».
En la actual situación, con cifras de paro históricamente bajas, el perfil de las personas que se presentan a estas entrevistas ha variado sustancialmente. Y es que, mucha gente aprovecha las ofertas de empleo para mejorar su situación laboral presente y promocionar. Unas expectativas que los responsables de Selección&Formación resumen en una frase que habitualmente aparece en las entrevistas por parte de los cuestionados: «valoro mucho el proyecto» o lo que es lo mismo: la empresa, las posibilidades de promoción, el sueldo, los horarios...

¿Para qué dice que era el anuncio?

Aunque a priori, presentarse a un proceso de selección para conseguir un puesto de trabajo puede parecer un mal trago, «hoy en día buscas que el candidato no lo pase mal, porque en una postura confortable y relajada se extraen más conclusiones que en un proceso tensionado», desmienten Álvaro Gómez y Javier Gómez. Sin embargo, se requiere, por parte del candidato, una cierta motivación hacia el puesto al que opta. No es difícil encontrar personas «que ni siquiera saben para qué es la entrevista o que no se molestan en mirar el tipo de empresa que requiere personal». Éste es un factor importante para encarar un proceso de este tipo, aunque no el único.

Arantza Echaniz, directora de DeustuLan, el Centro de Inserción Laboral de la Universidad de Deusto, considera que preparar la entrevista es «la regla de oro» de cualquier proceso, olvidando «fiarlo todo a la capacidad de improvisación o al capricho del azar». Por ello, recomienda que el candidato se conozca a sí mismo y sus ventajas para optar al puesto. También destaca la importancia de informarse sobre la empresa. El tercer punto a tener en cuenta es la apariencia. «Hay que sentirse a gusto con tu aspecto físico». Y sobre todo, es necesario «ser puntual».