Mercado de Santo Tomás

«Pocos pelan ya capones
en su casa»

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Las aves volvieron este año a Santo Tomás y centraron la atención de multitud de curiosos

LORENA GIL / BILBAO

Su puesto, en plena Plaza Nueva de Bilbao, era ayer uno de los más solicitados del mercado de Santo Tomás. El centenar de capones, gallinas y pavos que había traído desde su caserío de Getxo centraban las miradas de todos los curiosos. «Me puedes enseñar de cerca aquel marrón para que lo vea mi hijo», le comentaba una señora a Juan Antonio Zabala, de 53 años. El responsable del «invento» accedía gustoso a la petición. En ese momento, una decena de cámaras inmortalizaban al ave.

-¿Tanta foto se traduce en ventas?

-¿Ójala! Mucha gente se acerca a mirar y a sacarse fotos, pero luego no compran nada. Son autóctonos y llaman mucho la atención.

-Entonces, el balance es...

-La verdad es que, de momento, sigue siendo positivo.

-De vuelta al mercado tras un año en blanco, ¿qué tal le sentó que prohibiesen las aves como prevención por la gripe aviar?

-Me llevé un gran disgusto. Y eso que recuperé las pérdidas vendiendo en casa por encargo a gente que ya me conoce. Creo que fue un poco exagerado.

-¿Qué tiene un capón que no tengan los otros?

-No cabe duda de que su carne está mucho más rica.

-¿Cómo se diferencian?

-A los capones se les abre por un lado para quitarles los testículos y, además, a los dos meses se les corta también la cresta.

-¿Y de precio?

-Unos 35 ó 40 euros, siempre variando en función de la clase que sean.

-¿Con qué edad se diría que están listos para comer?

-A los seis meses. Con ese tiempo ya han alcanzado los tres o cuatro kilos a base de cereales. El tiempo de vida es otra cosa. Durar pueden durar hasta cinco años, pero la carne es mucho más dura.

-Hablando de duro, vaya carácter que tienen.

-Al estar tanto tiempo en la jaula se pelean entre ellos y tengo que separarlos porque pueden llegar incluso a matarse.

-Con el paso del tiempo, ¿los supermercados se han convertido en firmes competidores?

-Desde luego. Se está perdiendo la tradición y se nota. La gente no quiere pelarlos en casa porque prefiere que se lo den todo hecho. Ahora todo es cuestión de ir a lo más fácil.


productos típicos

Talo con chorizo
Precio: 5 €
Sidra y txakoli
Precio txakoli: 7 €
Queso Idiazabal
Precio: 15 €
Pimientos
Precio: 2 €
Hogaza de pan
Precio: 2 €
Castañas