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Athletic |
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Un
paso adelante
En su
segunda temporada, Heynckes apostará por un Athletic más
joven y mejor asentado en defensa para intentar la entrada en Europa
tras cuatro años de ausencia
Jon Agiriano
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Karanka ha retornado a Lezama. |
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Hay ilusión, dudas, esperanzas, recelos,
ansiedad... La segunda temporada de la segunda era Heynckes se presenta
teñida de sentimientos contradictorios. Tanto es así
que, a escasos tres días para el pistoletazo de salida, incluso
resulta complicado fijar los objetivos reales del Athletic, un equipo
que lleva cuatro años quedando, arriba o abajo, en mitad de
la tabla se puede decir que acaba siendo regular por su propia
irregularidad, lo que algo querrá decir sobre su nivel
competitivo.
¿Qué se espera de los rojiblancos? Como es probable
que cada aficionado tenga una respuesta a esta pregunta, la mejor
manera de contestarla es recordar la opinión más autorizada,
la de Jupp Heynckes. Durante el acto de presentación de la
plantilla, el técnico alemán habló de dar «un
paso adelante», una forma de referirse a Europa sin citarla.
Y es que las cuentas son fáciles de hacer: la pasada Liga al
Athletic sólo le faltó eso, un paso adelante (o haber
dado alguno menos hacia atrás en los desoladores tres últimos
meses de competición) para haber logrado esa plaza en la UEFA
que vuelve a presentarse ahora como objetivo. Y ello sin hablar de
lo que hubiera supuesto haber estado un peldaño más
arriba en la Copa del Rey, un torneo en el que, inevitablemente (la
historia, obliga), volverán a depositarse muchas esperanzas.
Dejando a un lado este tipo de objetivos puramente resultadistas,
el ejercicio que comienza incluye otro objetivo de gran relevancia:
renovar por fin la plantilla del Athletic con savia nueva y poner
de una vez los cimientos para un equipo de futuro. Ha llegado la hora
del cambio, del relevo generacional, de la apuesta definitiva por
todos esos jóvenes de Lezama que llevan tiempo llamando a la
puerta. Heynckes, por lo visto en la pretemporada, parece decidido
a ello. De hecho, su presumible once titular para Anoeta, con una
media de 25 años, será el más joven de Primera.
Sin duda, un motivo de satisfacción.
Karanka y César
Para hacer realidad el deseo de crecer en la tabla, rejuvenecer la
tropa y salir por fin de la mediocridad, el Athletic tiene un duro
trabajo por delante. Al fin y al cabo, los mimbres son muy similares
a los de la pasada campaña. Eso sí, hay un par de refuerzos
que pueden tener un efecto positivo sobre un bloque que la última
Liga acabó desangrándose por la retaguardia. Se trata
de Aitor Karanka, un futbolista del que se espera que asuma el liderazgo
de la zaga rojiblanca, y de César Fernández de las Heras,
a quien después de tres años de maduración en
el destierro parece haberle llegado su hora.
Heynckes confía en ellos y está dispuesto a otorgarles
toda su confianza, lo mismo que a Murillo y a Del Horno, dos chavales
con los que, inevitablemente, como se vio el domingo en Zaragoza,
habrá que pagar un peaje. Lacruz, Prieto y Larrazabal competirán
con ellos por el puesto. A Oskar Vales, por su parte, parece que va
a corresponderle un papel de suplente comodín, tanto para el
centro de la zaga como para el medio centro, dependiendo de las circunstancias.
Ahora bien, sea como fuere, hay algo que está claro. Salvo
causa de fuerza mayor, el alemán no hará esta vez pruebas
con la defensa. El desastre de la pasada temporada le ha servido de
escarmiento y quiere un cuarteto estable y sólido. Es su gran
obsesión de cara a la Liga que comienza.
Y es que hay una lectura a la que es imposible sustraerse: las posibilidades
del Athletic de mejorar sus resultados pasan por encontrar una mínima
seriedad defensiva. De lo contrario, el equipo siempre estará
en la cuerda floja, al filo del abismo, nunca acabará de ser
verdaderamente fiable y correrá el riesgo de desplomarse al
primer temporal. ¿Se conseguirá? Habrá que verlo.
Los últimos síntomas incitan a un mesurado optimismo.
En general, al equipo se le ha visto más armado atrás,
con más cuerpo. Ha encajado pocos goles y, con la única
excepción del último tramo del partido de La Romareda
(y así le fue), ha jugado con los cinco sentidos puestos en
el trabajo de zapa, una faceta en la que se volcarán los medios
centros, Orbaiz y Gurpegi.
Gol asegurado
Este canterano el ejemplo más patente de la entrada de
aire fresco en el equipo ha sido una de las revelaciones de
la pretemporada. El chaval ha visto el cielo. En una de esas decisiones
que marcan la carrera de un futbolista, Gurpegi ha tenido la suerte
de encontrar a un técnico que le ponga en el sitio correcto
en el momento adecuado. Y es que el navarro nunca hubiera sido un
medio punta de Primera. No tiene condiciones para ello. En cambio,
sí parece tenerlas para convertirse en un medio centro energético
de mucho fuste.
En fin, que todo indica que esta temporada se verá a un Athletic
más joven y también más centrado en el quehacer
defensivo. Puede que esto último moleste a algunos, pero es
que no hay otro remedio. Visto lo sucedido en años anteriores,
afirmarse atrás es la única manera que tiene este equipo
de ser más competitivo o más equilibrado, que viene
a ser lo mismo. Los goles, ya llegarán. Y es que arriba, la
plantilla sigue reuniendo calidad suficiente como para no tener dudas
de sus prestaciones. En fin, que el Athletic tiene que aprovechar
mejor su pólvora y sólo puede hacerlo si consigue cubrirse
bien las espaldas. El paso adelante del que habla Heynckes depende
de ello.
En
busca de la identidad perdida |
por Jon
Agiriano |
Estamos de enhorabuena. El Athletic vuelve a sus orígenes.
En un mundo futbolístico en el que últimamente
ha prevalecido la locura de las prisas, los movimientos de
jugadores y entrenadores, los desembolsos astronómicos
y todo tipo de extravagancias, los rojiblancos por imperativo
legal o por lo que fuere parece que van a intentar recobrar
su identidad que no es otra que la de trabajar a destajo con
lo que tenemos.
Cambio
En tan sólo unos meses se ha producido el milagro de
convertir el túnel oscuro y resquebrajado en el que
se encontraba la cantera del Athletic en un horizonte soleado
y con aire fresco del que se puede obtener resultados. Algunos
incluso habían creado la confusión y desilusión
entre los aficionados argumentando la carencia absoluta de
jugadores capacitados para jugar en el Athletic, escondiendo
así su desconocimiento, incapacidad o falta de valentía
para dar oportunidades.
Fórmula
Y como en el fútbol los milagros escasean, hay una
razón obvia de esta metamorfosis. Heynckes ha abierto
la puerta del primer equipo que durante muchas temporadas
permanecía cerrada para los jugadores jóvenes,
que se topaban con entrenadores más amigos de los fichajes
de jugadores contrastados para resolver el presente que de
trabajar para tratar de mantener la centenaria filosofía
del club.
Competencia
El período de preparación de la temporada realizado
por el Athletic de Heynckes recuerda a los de antaño,
con un grupo de jugadores formados en la cantera intentando
abrirse paso entre otros de trayectoria rojiblanca más
dilatada. Los César, Murillo, Gurpegi, Arriaga...,
deben ser el ariete que abra el camino a otros que vendrán
detrás. Ya no hay marcha atrás, esta vez es
de verdad y el compromiso es de todos.
Apoyo
La base estaba en Lezama, el edificio lo está construyendo
Heynckes y todo el apoyo posible para terminar y conservar
en buen estado el proyecto será bienvenido a la hora
de afrontar una competición dificilísima y de
gran exigencia para un equipo en construcción.
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