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DÍA 46

Fernando J.Pérez
Enviado especial

«Alberto vivirá ahora más tranquilo»

Rosario Iriarte, madre del montañero de Aretxabaleta, asegura haber «sufrido más que nunca» con esta expedición al Annapurna

Rosario Iriarte todavía no está tranquila. / EL CORREO
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Conectar la radio al levantarse es ya un hábito para Rosario Iriarte, la madre de Alberto Iñurrategi. Ayer también lo hizo. Y así, por fin, oyó lo que lleva días esperando. Su hijo había hecho cumbre. «Estaba escuchando uno de los primeros partes de la mañana de Euskadi Irratia cuando me he enterado. Ha tenido que ser muy duro para ellos, y todavía les falta el regreso hasta el campo base, por lo que habrá que esperar hasta el sábado (hoy) para celebrar como se debe la noticia», señala con cautela.

Tiene fresca su última conversación con Alberto, el pasado jueves. «Me dijo que estaba muy bien, que no me preocupara y que el sábado iban a iniciar el ascenso a la cumbre. Luego he mantenido contactos, pero ya no directamente con él». Para ella han sido días de espera, casi de calvario. Dice que con esta expedición ha sufrido muchísimo -«más que nunca», subraya-, porque habían elegido el camino «más duro y difícil» para atacar el Annapurna.

Rosario Iriarte pasó la mayor parte del día pendiente de las noticias sobre la hazaña de su hijo y del francés Lafaille en la mítica cumbre del Himalaya, y recibiendo las felicitaciones de amigos y conocidos. «Creo que Alberto se ha sacado un peso de encima y que a partir de ahora vivirá más tranquilo. Era un reto para él muy importante».

La radio y las llamada telefónicas no lograron, sin embargo, que la tranquilidad fuera total. Sabe que la montaña es traicionera, que la ascensión incluye el descenso. «El run run todavía te queda por dentro hasta que todo esté ya terminado». Por eso, Rosario Iriarte prefirió aparcar cualquier tipo de celebración. «La fiesta la dejamos para el sábado (hoy). Cuando Alberto y su compañero se encuentren ya en el campo base será el momento de celebrarlo como se merece».

El éxito de la expedición corrió pronto entre los conocidos de los Iñurrategi. Joxerra Zubizarreta, montañero de Eskoriatza que ha compartido muchas cumbres con Alberto y su desaparecido hermano Félix, se mostraba ayer emocionado. «Es algo grande y estos momentos son muy fuertes para nosotros, porque normalmente eran cosas que antes celebrábamos en plural». «De hecho -agregó- lo primero que ha hecho Alberto al conseguir la cumbre ha sido acordarse de Félix».

Zubizarreta considera que Alberto no podía haber elegido mejor modo de sumar su decimocuarto ochomil: «Al final ha acertado. Vio que había una vía de acceso al Annapurna posible, muy bonita, pero a la vez muy dura y exigente. Era para él un reto y afortunadamente ha alcanzado la cumbre. Ahora sólo falta que desciendan hasta el campo base para hacer una doble celebración».