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NOTICIAS
El 'Expreso de la papeleta'
Los demócratas contraatacan
en Florida con una campaña de protestas por las irregularidades
del censo, donde han descubierto a 15.000 muertos y que 10.000
personas aparecían dos veces
MERCEDES GALLEGO. ENVIADA ESPECIAL.
MIAMI
|
GORE y Lieberman hablan por teléfono. /
REUTERS |
A un lado del estrecho de Florida,
los demócratas se embarcaban en el 'Autobús Expresso
de la Papeleta' para atravesar el Estado denunciando las irregularidades
electorales. Al otro, Fidel Castro se aguantaba el estómago
para no indiges- tarse de la risa. «Es muy divertido»,
declaró el comandante cubano. «No saben cuánto
tiempo llevamos riéndonos». Al menos desde la víspera
electoral, cuando el mandatario de la isla caribeña recomendó
a sus vecinos que pasaran el día «en la playa»
en vez de perder el tiempo en las urnas.
El septuagenario líder de la revolución cubana
se deleitaba con la perspectiva americana en la que «un
candidato roba a otro las elecciones con el apoyo de una mafia
de descendientes de batistianos y politiqueros que en Cuba hacían
votar a los muertos», afirmó con satisfacción.
Una investigación del diario 'Miami Herald' y la cadena
NBC le da la razón. Según estos, 14.412 muertos
se encontraban en el censo electoral de Florida para las elecciones
del pasado día 7, así como 11.274 presidiarios
a los que Florida y otros 13 estados retiran el derecho al voto,
y 10.093 personas aparecían dos veces. Florida, además,
con 180.000 votos anulados, también va a la cabeza nacional
de irregularidades detectadas. En total, 2,8 millones de votos
fueron eliminados en todo el país por algún tipo
de error.
Presiones
Los cubanos expulsado del paraíso caribeño
con la proclama comunista fueron también los que el miércoles
irrumpieron en las oficinas de Miami con gritos amenazadores,
ordenando que se detuviera el recuento. Tras la intervención
policial, los manifestantes fueron expulsado del edificio, pero
los tres miembros de la junta habían recibido el mensaje
y decidieron poco después tirar la toalla.
«Esto es América», les sermoneó ayer
Al Gore. «Aquí no dejamos los votos a un lado porque
sea muy difícil contarlos». La campaña demócrata
ha acusado a los republicanos de orquestar las protestas para
intimidar a la junta electoral, lo que a juicio de éstos
era sólo «una forma de manifestar su disconformidad
con el proceso», han respondido.
«¿Y qué tendría eso de malo?»,
cuestionó ayer un periodista al vicepresidente en la única
oportunidad que ha concedido para recibir preguntas. "Bueno,
creo que todos han visto la grabación del incidente y
podrán formarse una opinión», replicó,
«pero será un tribunal quien lo conteste».
Todas las preguntas incómodas sobre el proceso electoral
de Florida se transforman automáticamente en demanda,
pero los demócratas empiezan a aprender las recetas cubanas.
Con el 'Expreso de la papeleta', los aliados de Gore están
dispuestos a formar tanta algarabía como los anticastristas,
no vaya a ser que todo dependa de quién arme más
ruido.
No es de extrañar que un humorista de la televisión
americana haya terminado por acordarse de los ancestros a los
que un día arrebataran la perla del Caribe y los territorios
colindantes. «España, si me estás viendo,
y yo sé que sí, ¡Os devolvemos Florida!»,
suplicó.
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