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LOS TEMAS PRINCIPALES / HOMOSEXUALIDAD

La mujer de mamá

El movimiento gay exige a los candidatos presidenciales que encuentren soluciones para regularizar su situación legal como pareja

MERCEDES GALLEGO
CORRESPONSAL. NUEVA YORK

OPINAN LOS CANDIDATOS

- George W. Bush -
«El matrimonio es una institución sagrada entre un hombre y una mujer. Estoy en contra de que a los matrimonios gays y de que se les permita adoptar niños».
- Al Gore -
«Es hora de reconocer los problemas de gays y lesbianas. Se trata de los más básicos derechos humanos y civiles. No estoy a favor de los matrimonios gays pero debemos encontrar alguna forma de unión civil que lo resuelva».
- Ralph Nader -
«Los homosexuales tienen derecho a una unión civil. Hay razones económicas y humanitarias para ello. Los homosexuales deben tener los mismos derechos y responsabilidades».
- Pat Buchanan -
«No tienen sitio en mi gabinete. Asaltan los valores tradiciones mientras se pintan como víctimas de una persecución social. Su conducta no merece ningún respeto porque contradice violentamente nuestras creencias».

A Holly Puterbaugh la paran por la calle para besarle la mano y darle las gracias. Ella fue la elegida por la comunidad homosexual de Vermont para retar al sistema judicial y forzarle a admitir, por primera vez en la historia del país, los matrimonios homosexuales. «La decisión no fue sólo mía, se tomó entre mucha gente», relata. «Sabíamos que si queríamos cambiar las cosas alguien tenía que poner una demanda y dar la batalla».

Holly y Lois Farnham, de 54 y 56 años de edad, acaban de celebrar su 28 aniversario, aunque su 'matrimonio' tiene cuatro meses y cinco días. La primera es profesora de matemáticas en la Universidad. La segunda es directora de una escuela de enfermería. Ambas educan a una hija adolescente que adoptaron de otra pareja con problemas cuando era pequeña. El resultado es una chica modelo, bien integrada en la sociedad, sin complejos aparentes. Quieren que siga siendo así, por eso tan pronto como terminó la batalla legal se han encargado de no volver a mencionar su nombre en una entrevista, para protegerla con celo de lobas.

Cuando los miembros de las 'Milicias de Vermont por la libertad de matrimonio' se sentaron a discutir quién le ponía el cascabel al gato, la decisión fue unánime. Nadie tenía una relación más sólida que presentar ante el juez para poner a prueba sus prejuicios.

La cruzada duró exactamente tres años. El 1 de julio pasado, tan pronto como entró en vigor la ley ratificada por el Congreso local, Holly y Lois formalizaron su 'matrimonio'. Otras 800 parejas homosexuales las han imitado. «Vienen de todo el país a casarse en Vermont, aunque saben que no tendrá validez fuera de las fronteras estatales. Se van con su certificado a casa y reproducen allí la lucha». Ellas mismas necesitan un sello del Estado para poder viajar por el país sin perder los derechos actuales.

Vermont se ha convertido en una especie de Meca del amor y el activismo gay. Las parejas homosexuales se lían la manta a la cabeza y emprenden una huida romántica hacia este estado fronterizo con Canadá, con la misma pasión que ponen los heterosexuales cuando huyen para casarse en Las Vegas. «La diferencia es que ellos sí obtienen todos los privilegios del matrimonio, nosotras perdemos todos los federales».

Trabas legales
Pero hay razones más prácticas. La neoyorquina Terry Bower las conoce con amargura. Hace cinco años su pareja falleció de cáncer. La certeza de la muerte que se avecinaba le permitió hacer testamento para que ella y el hijo que compartían no perdieran la casa. De otro modo sus posesiones hubieran ido a parar a manos de su madre, la familia legal más inmediata, que nunca aprobó la relación.

«Si hubiéramos tenido una unión legal habría cobrado una pensión para nuestro hijo», explica. Terry es la madre biológica de un niño de cinco años concebido expresamente para ser el hijo de ambas. «Él lo tiene muy asumido, ha sido así desde que tiene uso de conciencia. Muchos de sus amiguitos son también hijos de parejas no tradicionales que no tienen por qué ser homosexuales. Algunas son madres solteras».

Entre los niños con los que juega están los de Michael Gallucio y John Holden de Gallucio, de 34 y 36 años, que viven al otro lado del Río Hudson, en New Jersey. Ellos también hicieron historia y derribaron muros logrando que un juez les permitiera adoptar a Adam, el pequeño de 5 años que habían criado desde que tenía tres meses de edad. El juez acabó por aceptar que «es lo mejor para el menor». Adam nació drogadicto y tiene el virus del Sida. Ninguna pareja heterosexual querría adoptarlo.

La batalla por su custodia fue larga y penosa, pero ha sentado un precedente judicial que ahora permite a todas las parejas gays aspirar a la paternidad. Tras esa decisión el estado de New Jersey aceptó voluntariamente no volver a tener en cuenta la orientación sexual de las parejas a la hora de conceder una adopción. Los Gallucio acaban de tener a su segundo hijo, una niña de 3 años llamada Madison con la que logran juntar la «parejita» que anhelan todos los matrimonios.

Homosexualidad

M. G. NUEVA YORK

  • Países sin restricciones contra los gays en el Ejército: España, Alemania, Francia, Bélgica, Austria, Holanda, irlanda, Suecia, Noruega, Dinamarca, Canadá, Australia, Japón, Israel.
  • Países que consideran algún tipo de unión civil: España, Alemania, Francia, Bélgica, Luxemburgo, Holanda, Suiza, Finlandia, Portugal, Rep. Checa.
  • Equiparación: Ningún país del mundo homologa el matrimonio gay con el heterosexual

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