Un
poco de historia
EL CORREO DIGITAL
Los
participantes que llegaron a la ciudad con sus libros y discos se
agruparon en diecinueve stands. Allí se encontraron las Diputaciones
del País Vasco y diversas editoriales y discográficas
itnteresadas en el primerizo certamen.
En vista de la respuesta de la gente, la asociación Gerediaga
Elkartea decidió organizar la feria anualmente, y así
es como se ha llegado a la 38 edición de un evento que constituye,
hoy por hoy, una de las más importantes encuentros con la
cultura vasca.
Pero el camino recorrido a lo largo de estos años para llegar
a la actual feria no ha sido nada fácil. La respuesta de
la gente fue aumentando poco a poco; comenzó a ser un lugar
de romería de las personas del ámbito cultural de
Durango, La sociedad Gerediaga añadió una sala a la
feria con el fin de impulsar el programa cultural, y allí
celebraron la conferencia inaugural del encuentro, mesas redondas,
charlas, y otras actividades.
La falta de espacio obligó a los organizadors a buscar soluciones
ante la gran afluencia de visitantes. Así, en 1996 la feria
abandonó la plaza parcialmente y se extendió a la
calle San Agustín. Este año se estrena el nuevo pabellón
multiusos que se convertirá en la sede estable de la Feria
de Libro y Disco Vasco, un recinto de 4.400 metros cuadrados que
dispone de un aparcamiento subterráneo con más de
220 plazas.
Hoy en día, la feria se respira en varias calles y plazas:
Durango es la feria. Es la ciudad del libro y del disco vasco. Más
de 270 puestos, decenas de escritores y músicos, representantes,
miles de visitantes... Durango respira cultura durante cinco días. |