La Vitoria del rock

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La quinta edición del festival Azkena convoca desde hoy a miles de aficionados que, según los promotores, batirán récords de asistencia gracias a Pearl Jam

ISABEL IBÁÑEZ

Los vitorianos se han acostumbrado a recibir con la llegada de septiembre a hordas de gentes en vaqueros y camiseta negra. Ocupan su Casco Viejo por las mañanas y bailan en Mendizabala por las noches, se dejan la pasta en restaurantes y en el Artium, sí, en el Artium, que la tribu rockera es pudiente e ilustrada. También en los hoteles, donde para reservar hay que llamar antes de Semana Santa, ya lo avisan los dueños cuando uno quiere pillar cama a última hora (con dos meses). Vamos, que la ciudad toca techo se mire por donde se mire. ¿Y qué decir de los aficionados...! Para ellos, el Azkena Rock Festival (ARF) es el mejor invento desde las John Smith.

Last Tour International creó el ARF hace cinco años. También es la promotora del Santander Summer y del debutante Bilbao Live. Además, está detrás del concierto de Bruce Springsteen en Cantabria, del fallido bolo de los Stones en El Ejido y de algunos de los conciertos de fiestas. Como muestra, participó del culebrón Prodigy (caídos de la Aste Nagusia bilbaína) como parte contratante, intermediaria entre la banda y el Ayuntamiento, tema por el que hay que preguntar casi por obligación: «Eso que lo conteste Jon Sánchez (el concejal de Cultura) -responde Alfonso Santiago, socio de la empresa junto a Javi Arnaiz y Xabier Arretxe 'Polaco'-. Nosotros tenemos todo en regla y lo hemos enseñado a quien debíamos. En una suspensión, hay dos causas, la real y la oficial; a veces coinciden y a veces no», dice.

El caso es que esta compañía vizcaína de 21 empleados, con sede en Basauri y una de las más grandes de España, vive un momento dulce. ¿Quién se lo iba a decir a Santiago! Se inició en esta profesión-afición con 15 años -ahora tiene 35-, cuando consiguió traer a Eskorbuto a Balmaseda, su pueblo natal: «Aunque se suspendió porque la empresa dijo que no podía bajar los trastos al lado del río, donde se celebraba el concierto», cuenta mientras recibe en su despacho llamadas de Loquillo -son sus representantes; también de Fito, Hash...-.

Han pasado 20 años desde entonces, y hoy celebra la consolidación del ARF - «mi preferido. El sábado esperamos batir récord de asistencia con Pearl Jam»-. Este festival le ha dado sus mejores y peores momentos: «El de 2003 -cuando pasó de la sala al aire libre- fue un hito, era la primera vez que nos embarcábamos en un proyecto de alto riesgo. Aquello fue vital para nuestro trabajo posterior». ¿Y el peor? «Al año siguiente, cuando se nos inundó todo por la lluvia, tuvimos problemas con las contrataciones...».

«Abrir el festival»

Pero el Azkena siguió adelante y está en pleno crecimiento, como el resto de festivales que proliferan por el país: «Sí, se empieza a producir la explosión, aquí también vamos por detrás del resto de Europa, que lleva 30 años en esto. Y va a ir a más porque somos un destino perfecto: precios baratos, sol garantizado, sin horarios...».

Santiago confiesa que ya anda metido en harina: «Empiezas a hablar con los grupos con un año de antelación, de hecho ya pensamos en el Azkena del año que viene». Adelante, pues: «En el horizonte están Neil Young and the Crazy Horse, Tom Petty and The Heartbreakers, Kiss, Aerosmith, ZZ Top, The Allman Brothers Band, Lynyrd Skynyrd, John Hiatt, John Fogerty...». Un buen cartel.

El promotor anuncia, sin embargo, su intención de abrir «un poco más el festival». ¿Cómo, sin enojar a los puristas? «Creo que es una de las claves de su supervivencia. Pensamos en Franz Ferdinand o Morrisey, lo que pasa que en España la gente es muy prejuiciosa y suelen dar caña cuando anuncias algo hasta que, de repente, todo el mundo lo ve con buenos ojos. Nos pasó el año pasado con los Pogues», recuerda. Hasta que el festival 'se abra', el mejor rock se respira desde hoy en Vitoria.

i.ibanez@diario-elcorreo.com

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