Sábado, 13 de marzo de 2004
ETA niega ser la responsable de los atentados
en llamadas a 'Gara' y a ETB
El Ejecutivo ignora el desmentido porque
«la palabra de los asesinos no vale nada», según
el ministro Montoro
I. MARTÍN/BILBAO
Con una rapidez sin precedentes, ETA negó ayer
ser la autora de la matanza de Madrid. La organización terrorista,
que se suele conceder un plazo mínimo de una semana antes
de reivindicar sus crímenes, aseguró en sendas llamadas
al diario 'Gara' y a Euskal Telebista (ETB) que la banda «no
tiene ninguna responsabilidad en los atentados» perpetrados
la mañana del jueves, con un balance provisional de 199 muertos
y cerca de 1.500 heridos.
Un hombre que dijo hablar en nombre de ETA telefoneó
en torno a las seis de la tarde a las instalaciones de ETB en el
polígono donostiarra de Miramón y declaró:
«ETA erakundeak jakinarazi nahi du atzo Madrilen izandako
atentatuekin ez duela inolako arduradurik» («La organización
ETA quiere hacer saber que no tiene ninguna responsabilidad en los
atentados ocurridos ayer en Madrid»). «¿Gora
ETA!», exclamó a continuación. Una llamada de
idéntico tenor se recibió en torno a la misma hora
en 'Gara', otro de los conductos habituales de la banda para hacer
públicos sus pronunciamientos.
Según explicó la televisión pública
vasca, que ya ha puesto en manos del Ministerio y del Departamento
de Interior todos los datos sobre la llamada, el comunicante anónimo
pidió expresamente que se grabara su mensaje como garantía
de autenticidad. ETB indicó que, «ante la imposibilidad
técnica de efectuar la grabación en ese momento»,
el interlocutor propuso que se cotejara su voz con la de uno de
los dos etarras que anunciaron el pasado 18 de febrero la tregua
para Cataluña.
Según diversos medios, responsables del ente
público confirmaron que se trata, efectivamente de la misma
voz. También el diario 'Gara' otorgó credibilidad
al mensaje, al colgarlo en su edición electrónica.
Batasuna se lo cree
Por el contrario, el Gobierno central ignoró
el desmentido e insistió en que ETA sigue siendo la principal
sospechosa. «La palabra de los asesinos no vale nada»,
dijo el ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro. En el mismo
sentido, el socialista José Bono, presidente de Castilla
La Mancha, sostuvo que «una organización criminal como
ETA no puede ser creída».
El propio José María Aznar había
advertido por la mañana, en alusión a unas manifestaciones
de Arnaldo Otegi, que «el Gobierno no concede ni concederá,
cualquiera que sea su sentido, ningún crédito a las
declaraciones de organizaciones ilegales». Hace unas semanas,
el Ejecutivo utilizó precisamente el comunicado etarra del
18 de febrero para avalar la vinculación de la tregua parcial
en Cataluña con la entrevista entre el líder de ERC,
Josep Lluís Carod Rovira, y la cúpula de ETA.
En el extremo opuesto, la ilegalizada Batasuna, que
el jueves no contemplaba «ni como hipótesis»
la responsabilidad de ETA en la «masacre», concedió
«credibilidad total» al comunicante anónimo,
según Pernando Barrena.
Sin tanta rotundidad, la presidenta de EA, Begoña
Errazti, consideró que «todas las cosas se tienen que
comprobar», pero a renglón seguido pidió responsabilidades
al Gobierno central por «no mostrar realmente los datos que
tenía y criminalizar una vez más al pueblo vasco».
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