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Bilbao, 7 de marzo de 2005
Todos nacemos vascos es un encargo editorial que
se recibe en el mes de marzo de 2004 como consecuencia del éxito
del programa de televisión Vaya Semanita (ETB-2), que empezó
a tener repercusión en Madrid a través de los programas
de zapping. Interesada en algo que ella denominó "humor
vasco", una persona llamó y se dirigió a mí
para solicitar que escribiera un libro. Yo le pedí permiso
para formar un equipo de personas con el fin de elaborarlo. Estas
personas son Susana Terol y Diego San José, guionistas del
programa, y Kike Díaz de Rada, amigo y guionista de programas
anteriores.
Hemos procurado que el libro no se reduzca a los guiones del programa.
Es cierto que en él han participado dos guionistas del programa,
y que yo, el presentador y la cara del programa, lo he coordinado.
Sin embargo, Todos nacemos vascos no es "el libro del programa",
porque no recoge las historias que en él aparecen, sino que,
por el contrario, hemos partido de cero para confeccionar algo original.
De todos modos, es lógico que el humor que destila el libro
sea en parte el humor que destila el programa.
El humor –tanto en televisión como escrito o por la radio–
es un género que quiero mucho, y constituye para mí
el mejor que he encontrado. Hay que cuidar el humor, ya que uno de
los muchos peligros que encierra es, a mi juicio, que deje de ser
el objetivo principal y se convierta, por ejemplo, en un vehículo
para otro objetivo, como querer decir algo con un programa o con un
libro, querer transmitir un discurso o querer criticar algo. Cuando
ese ocurre, creo que se cae en una trampa, por lo que siempre hay
que mantenerse vigilante.
Por esta razón procuramos que nuestro objetivo sea siempre
el humor con mayúsculas. No creemos que haya un humor vasco
o un humor catalán, sino que, por el contrario, pensamos que
el humor está por encima de ideologías e identidades.
Para mí el humor es más grande que todos esos asuntos
particulares. Creo que mantener esta visión es uno de los ejercicios
más interesantes que se pueden hacer, y precisamente por cuidar
y arropar el humor y darle la importancia que se merece, podemos tratar
los temas que solemos abordar en los programas o en el libro, asuntos
un tanto escabrosos o políticos que aquí siempre nos
han hecho mirar para otro lado y escondernos porque eran cuestiones
tabúes que no sabíamos cómo encarar. En este
sentido, hemos decidido que se puede hablar de todo con humor, el
cual –como he dicho– siempre tiene que ser el objetivo principal,
sin que haya que desviar la mirada. Así lo creo, y considero
que de esta manera se pueden poner en práctica todavía
muchos más proyectos de los que estamos haciendo.
El libro es un trabajo original que refleja diez años de experiencia
en el medio televisivo a partir de las sensaciones que a lo largo
de ese tiempo hemos conocido, las cuales se completan con las que
estamos viviendo ahora y con las que nos gustaría sentir a
partir de ahora, todo ello con vistas a proporcionar al género
la dignidad y todo el cuidado que se merece. Sucede que, a veces,
el humor es un género secundario, y parece como si los cómicos
y los humoristas no fueran "equipos de primera división",
es decir, como si antes estuvieran los escritores o los programas
"serios" y después los de humor. Sin embargo, resulta
curioso que, al final, lo que todo el mundo tiene ganas de ver o de
leer es algo relacionado con este género.
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