OTRO MUNDO ES POSIBLE: DEPENDE DE TI
Una mirada a Palestina
Dña. Juana Ruiz Sánchez
Coordinadora de Proyectos en Palestina
Bilbao, 6 de febrero de 2006
Como digo,
Health Work Committees está presente desde 1985. En 1993 se
necesitaba una persona que por el idioma pudiera comunicarse con España
y conseguir fondos para los proyectos de esta organización
(es decir, crear clínicas, una red sanitaria, programas de
salud y otros servicios sociales). Empecé a desempeñar
mi labor. Comencé a comunicarme por medio del correo y del
fax con todas las organizaciones. Algunas de ellas, que querían
trabajar con Palestina, me contestaron. Entre ellas figuraba Manos
Unidas, que nos ha financiado desde 1997 cuatro proyectos muy importantes
que han dado estabilidad, sobre todo, a la clínica (en Beit
Sahour), hasta convertirla en uno de los centros más grandes
y mejores de toda la zona.
Actualmente desarrollamos
nuestro trabajo en dieciséis clínicas o dispensarios-hospitales
en toda Cisjordania. También tenemos, si bien de forma algo
autónoma, una sede en la franja de Gaza, seis clínicas
dedicadas en gran parte a la mujer y un hospital en un campo de refugiados.
En Cisjordania -donde estoy- hemos realizado tres programas muy relevantes
de prevención. El primero se dedica a los niños y tiene
como objetivo la educación sanitaria desde que nacen hasta
los cinco años. Detectamos deficiencias físicas e intentamos
controlar su salud, enseñar a las madres cómo tienen
que cuidarles, qué deben comer y cómo es preciso crecer,
etc.
Hay un segundo programa
-para mí, uno de los más importantes- dedicado al apoyo
físico y psíquico de la mujer. Su relevancia proviene,
en buena medida, del estado actual en el que se encuentra el país,
puesto que la mujer está soportando el mayor peso de la situación
(mientras los hombres guerrean, las mujeres sacan adelante a sus niños
y familias, y trabajan). Debo indicar que, dentro de la sociedad palestina,
la mujer es una gran desconocida. Muchas veces se dice en Occidente
que la mujer palestina está oprimida, y lo único que
impresiona es el velo y que vaya detrás del marido o del padre.
Sin embargo, la mujer palestina es muy culta y muy fuerte. Ahora bien,
es siempre la última en cuidarse, e intentamos en nuestros
programas enseñarle que debe prevenir su salud utilizando medios
preventivos, evitando los embarazos muy seguidos, sometiéndose
a chequeos médicos, etc.
El tercer programa de nuestra
ONG persigue la educación sanitaria en los niños. Para
ello acudimos a colegios de, especialmente, la zona de Jerusalén.
En Jerusalén este vive, en concreto, una importante población
Palestina (casi 250.000 personas) que no está reconocida como
tal, pero que reclama para sí esa parte; está enfrentada
al gobierno israelí porque éste quiere que Jerusalén
sea una capital indivisible.
Pues bien, en esa zona
-cuya mayoría es árabe y palestina- tenemos un centro
que fue financiado el año pasado por Manos Unidas. Hemos adquirido
once ordenadores, e impartimos clases de informática a mujeres,
jóvenes y niños, para que adquieran más conocimientos.
Asimismo, el centro dispone de una línea de Internet para que
todos puedan comunicar al resto del mundo lo que piensan, sienten
y sufren diariamente. El proyecto ha resultado un rotundo éxito:
desde el año pasado hasta ahora, más de doscientas mujeres
han recibido estos cursos periódicos que se imparten cada dos
meses.
Jerusalén este tiene
también 63 colegios que están fuera de la protección
del Ministerio de Educación del Gobierno israelí. Como
quisieron seguir siendo palestinos y regirse por su propia cultura
e identidad, se negaron a los beneficios que podía otorgarle
el ministerio, por lo que fueron abandonados a su suerte. Nosotros
funcionamos en relación con estos centros como una especie
de mediadores de la Autoridad Palestina (no está allí
representada porque no es legal), y apoyamos cualquier necesidad (llevamos
libros y vacunas, damos educación sanitaria, ejercemos la medicina
preventiva, estamos pendientes de su salud...).