a


AULA DE CULTURA VIRTUAL

ANTERIOR / SIGUIENTE

Transcripción de la conferencia de Javier Echeverría- 2

Todos estos artefactos, incluidos los que crean realidad virtual ótodavía muy poco difundidos, aunque comienzan a arrancar en el mercadoó, son los que nos conectan al nuevo espacio social; pero lo realmente importante es que éste se superpone a los otros dos. Si la ciudad, este edificio, por ejemplo, se ësuperponeí, en el sentido literal de la palabra, al solar, al suelo, a la tierra; si se construye sobre la fisis o bien sobre el agua, sobre los lagos óaunque son casos muy excepcionales, lo séó, ocurre exactamente igual con el Tercer Entorno, que se superpone también a naturaleza y ciudad. Cuando viajen ustedes en tren, avión o automóvil comprobarán que cada vez hay más antenas de transmisión por las cumbres de los montes. En muchos casos, son de teléfonos móviles, para que tengan cobertura en determinadas zonas, o bien de repetidores de televisión; es decir, este Entorno no sólo se superpone a nuestras casas, en el caso de la antena parabólica o el módem que conecta el ordenador a las redes telemáticas, o a nosotros mismos, como ocurre con la tarjeta de crédito, sino que también se va superponiendo a los montes, a los campos, etc. Entonces, el avance es progresivo. Se está construyendo esto que Al Gore llamaba 'las autopistas de la información'. Se están cableando las ciudades; la infraestructura que conduce la información va llegando a nuestras oficinas, a nuestros despachos e incluso a nuestros hogares, como ya he mencionado. Éste es, precisamente, el desarrollo del espacio informacional, de este tercer entorno que se superpone como digo a los otros dos.

Lo que sí es interesante tener en cuenta para evitar mal entendidos es que este Tercer Entorno no destruye a los otros dos; el campo va a seguir existiendo y la ciudad también. No obstante, en particular a través de las redes telemáticas, las actividades sociales se desarrollan cada vez más por medio de estas nuevas tecnologías. Es evidente que cada vez se hace más comercio electrónico; nuestras nóminas o nuestras pensiones, por ejemplo, las recibimos a través de cuentas bancarias de dinero electrónico. Y que si antes había un solo aparato de televisor, ahora, en muchas casas, hay varios. Y que la conexión a Internet es cada vez más habitual en España: ya se calculan unos tres millones y medio de usuarios. Y que los videojuegos aparecen por doquier. Es decir, que el avance de estas tecnologías es algo presente, cada vez más rápido. Por eso, mi propuesta es observarlas como generadoras de un espacio social tan importante o más que el campo o la ciudad, no contemplarlas como simples instrumentos de juego o como instrumentos para obtener dinero, información, etc. Porque no sólo estamos ante nuevos medios que nos permiten lograr diversos fines, sino también ante un nuevo ámbito que define nuestra sociedad.

Ya he comentado que ha habido una gran difusión de la expresión 'sociedad de la información'; pues bien, en Lisboa, en junio del año 2000, ya se ha lanzado un nuevo plan para potenciar esta idea aún más, para construir, yo diría, la Europa del Tercer Entorno, la Europa electrónica. Realmente es un plan de acción muy enérgico y con unos objetivos muy claros para el 2001. Además, habiendo tanta gente con acceso a Internet, tanta gente con teléfonos móviles, será una medida muy importante. Sí es cierto que resulta fácil desarrollar este proyecto, ya que la propia Europa, y con ella, por supuesto, España, está lanzada a su construcción y organización óque sólo de construcción no se trataó.

En la emergencia de un nuevo espacio, es decir, de las redes telemáticas óy sería el siguiente punto a trataró, se pueden hacer cosas. En primer lugar, la guerra. Se le llama 'infoguerra', o 'ciberguerra', y lo ocurrido en Kosovo es un gran ejemplo de esto. O sea, que la actividad militar ha sido la primera en adaptarse a este Entorno, y funciona perfectamente bien. No es que dependa de Internet, entiéndanme, sino de otro tipo de redes telemáticas estrictamente militares.

En segundo lugar, se pueden transferir capitales, mover dinero, invertir, comprar o vender acciones en Bolsa, etc., por lo que las finanzas, los bancos que mueven su dinero a través de redes telemáticas, como lo pueden comprobar los usuarios a través de los cajeros y las tarjetas de crédito, aunque ellos también tienen sus redes internas de teledinero, también se han incorporado a los nuevos modos. Desde luego, no hay duda de que funcionan bien, independientemente de que, de cuando en cuando, pueda haber algún asalto o algún fraude ócosa que, por otra parte, también ocurre en los demásó.

En tercer lugar, la ciencia ha sido la siguiente en adaptarse. La investigación científica funciona en el Tercer Entorno, estrictamente hablando, desde hace ya 15 ó 20 años. Hoy en día los científicos se comunican entre sí, intercambian imágenes, hipótesis, y hacen experimentos a través de redes telemáticas. Además, si éstas no existieran, el desarrollo científico y tecnológico se vendría abajo; es decir, son indispensables para los estudios científicos, a la vez que han generado enormes beneficios para desarrollarlos. Las universidades españolas, por cierto, fueron las pioneras en su introducción: cuando yo estaba en la Universidad del País Vasco se comenzaron a utilizar en 1990 ó 1991, aunque la primera fue la de Castellón, paradójicamente.

Pero la auténtica gran novedad tiene lugar a partir de los años 1995 y 1996. Muchos pensaron que era una moda pasajera; sin embargo, va camino de superarnos, de influir cada vez más en nuestras vidas, y sobre todo en la de nuestros hijos. Este invento es, ni más ni menos, la World Wide Web, la célebre triple 'w' causante de lo que muchos consideran que es Internet. Y entonces es cuando la actividad económica se incorpora a este ámbito de la tecnología; muchas empresas, muchos comerciantes, comienzan a crear sus propias páginas web para captar clientes, para anunciar productos, para comprar, vender, etc. Todos sabemos que en la actualidad se distribuyen incluso la música electrónica y las películas a través de la red, y esto es reflejo de que hace unos años se descubrió que a través de las redes telemáticas, no sólo a través de la televisión, vender, comprar y distribuir eran pasos factibles, con lo que comienza a generarse un mercado en Internet. Primero, cómo no, en Estados Unidos; después, en Europa, en Japón y en otros países desarrollados. Así han sido posibles todas estas grandes alianzas entre telefonías, las empresas de contenidos, como American On Line, Bertelsmann, en Europa, etc. En los últimos cinco años, esta incorporación, esta participación de la vida comercial de medio mundo, ha sido, sin duda, lo más representativo de la ya comentada superposición del Tercer Entorno.

Hay otras muchas actividades, quizá menos aparentes que las anteriores, que ya aparecían claramente marcadas en el informe europeo y mucho más subrayadas, si cabe, en el plan Europa Electrónica del año 2000. Por ejemplo, la educación; es decir, introducir en las escuelas no sólo ordenadores, sino también redes telemáticas educativas. O la telemedicina; asistir e incluso operar a través de dichas redes y de ordenadores. Y por supuesto la pornografía, o las mafias que mueven dinero negro, droga, armas, etc., con lo que también los delincuentes y gente de otro tipo han entrado en la red. Si no, que se lo pregunten a los hackers óaunque existían desde hace mucho más tiempo que los anterioresó.

Por tanto, una sociedad puede tener tanto una plasmación urbana como rural o electrónica. Si en este último espacio se puede hacer la guerra, comerciar, comprar o vender, ahorrar, invertir, educar, hacer aulas virtuales en la universidad, investigar, divertirse o desarrollar actividades religiosas, por ejemplo, entonces, es posible que las grandes actividades sociales se hagan también e esta sociedad de la información, en este Tercer Entorno.

Aclarado esto, bien es cierto que, por otra parte, se plantean grandes problemas ¿Cuáles son? Pues, en primera instancia, el problema del poder. Si, como ya he querido dejar claro, debemos pensar que la nueva tecnología es mucho más que puro entretenimiento, que es un medio por el que transcurre toda la información posible y que ésta se encuentra al alcance de nuestras manos con tan sólo navegar por la red, entonces, habrá que cuestionarse quién manda en este ámbito. No se conoce sociedad humana, a lo largo de la Historia, que no se lo haya planteado. Como ya sabemos, en el entorno natural, en el campo, impera la ley del más fuerte, por la cual manda quien tiene más fuerza física. Después, quien tenga más inteligencia, o más astucia, y construya mejores artefactos para superar la fuerza física del primero. Así que el poder propiamente dicho lo tienen los guerreros que asolan los campos y devastan las granjas, pero también lo posee el poder religioso: en las sociedades agrarias de las múltiples culturas existentes en nuestro mundo siempre se ha dado esta clase de poder, encarnado en el cura y el alguacil. Y, cómo no, el hombre rico del pueblo, que posee terrenos, haciendas, ganadería; que controla bancos de pesca y tiene agua.

ANTERIOR / SIGUIENTE

Enviar la noticia a un amigo

subir




info@diario-elcorreo.es

Pintor Losada 7
Teléfono: +34 1 944870100 / Fax: +34 1944870100
48004BILBAO