a

AULA DE CULTURA VIRTUAL

EL ISLAMISMO CONTRA EL ISLAM

D. Gustavo de Arístegui
Diplomático. Portavoz de Asuntos Exteriores del Grupo Parlamentario Popular

Bilbao, 29 de noviembre de 2004

<<<ANTERIOR / SIIGUIENTE>>>

Recientemente, dos autoras musulmanas de un gran prestigio en el Reino Unido –una de ellas es productora de programas religiosos en la BBC– escribían sobre el islam en una publicación. Debo decir que me pareció legítimo que se hiciera hincapié en las luces y no en las sombras del islam, porque, como he indicado, demasiada gente resalta las segundas y se olvida de las primeras. Hay que recordar, por ejemplo, que algunos de los filósofos más importantes de la Edad Media eran musulmanes; que los traductores de la filosofía griega –gracias a los cuales la hemos recuperado los occidentales– fueron musulmanes; que algunos de los médicos más importantes de la historia (como, entre otros, Avicena) eran justamente musulmanes; que sus tratados sobre cirugía fueron traducidos a docenas de idiomas; o que el dinar cordobés fue moneda de referencia en el comercio mundial de la época durante nada menos que tres siglos.

Pues bien, a la hora de establecer las causas de la expansión del islamismo, las autoras citadas se centraban, entre otras muchas, en el colonialismo, algo en lo que –de entrada– puedo estar de acuerdo –si bien considero que hay más–. Suelo poner el inicio del colonialismo que genera irritación y reacción negativa en el mundo árabe islámico –no sólo en el mundo islámico no árabe– concretamente en 1916, con el pacto Sykes-Picot. Es cierto que hay quienes lo pondrían en la primera invasión de Egipto por parte de las tropas napoleónicas, ya que este acontecimiento generó un movimiento de regeneración que tuvo su respuesta en al-Afgani, teórico y precursor del islamismo. El problema, sin embargo, es que el "repugnante" colonialismo –y utilizo la palabra que emplean ellas– empezó para estas señoras en la Reconquista.

Dicho esto, cabe señalar que nos encontramos ante un fenómeno de dimensiones considerables. En muchas escuelas islámicas, la umma (la comunidad de creyentes) está representada sobre el mapa en color verde: de ese color se pinta desde la isla de Mindanao, pasando por Bangladesh y Singapur, hasta Indonesia. A partir de ahí se dibujan rayas porque los musulmanes son comunidad minoritaria, pero importante. Así, en la India hay un 12% de musulmanes, lo que en una población de aproximadamente 1.100-1.200 millones de seres humanos representa 140-150 millones de musulmanes. En este momento, las naciones más pobladas del mundo islámico son, primero, Indonesia; después, Bangladesh y la India; y, finalmente, Pakistán. A mucha distancia las siguen Irán y Turquía.

Asimismo, conviene subrayar que en esta clasificación de naciones islámicas más pobladas del planeta no hay ninguna árabe, porque el campo de batalla más importante del islamismo radical no va a ser el mundo árabe o el Magreb –aunque para nosotros sí lo sea por ser nuestros vecinos–, sino que va a trasladarse en principio al Sahel, al África del cinturón del Sáhara y al África subsahariana, sobre todo en aquellos países donde la minoría musulmana es emergente o donde la mayoría ha tenido un papel muy importante. Incluso se producirá en aquellos en los que, siendo minoritarios, han tenido un papel predominante en la política. Es el caso, por ejemplo, de Nigeria, donde de las tres naciones que hay (ibos, hausas y yorubas), los terceros son musulmanes y alcanzan más de treinta millones de personas en un país que tiene 150-160 millones, por lo que constituyen una minoría muy importante.



<<<ANTERIOR / SIGUIENTE>>>

subir


info@diario-elcorreo.es
Pintor Losada 7
Teléfono: +34 1 944870100 / Fax: +34 1944870100
48004BILBAO