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AULA DE CULTURA VIRTUAL

La Fundación Grupo Correo está desarrollando este año un interesante programa de conferencias cuyas transcripciones ofrecemos en El Correo Digital.

Conferencia de César Vidal Manzanares, historiador y escritor

LOS MILENARISMOS
Valladolid, 31 de octubre de 2000

El tema que voy a intentar abordar en los próximos minutos es el de los milenarismos. Quisiera aclarar que no es un tema fácil por varias razones. El mismo término milenarismo es un término que se presta mucho a la confusión, porque hay gente que lo identifica, en parte, con una manifestación del pensamiento religioso, o bien con determinadas conductas un tanto pintorescas que se producen cuando comienza o acaba un milenio ólo hemos visto con la llegada del 2000ó, o bien, de una manera bastante inconcreta, con el pensamiento político. Por eso yo voy a intentar tratar, aunque sea rapidísimamente, cuatro aspectos que me parecen esenciales a la hora de abordar los milenarismos. Voy a intentar explicar qué deberíamos entender por tal término y por pensamiento milenarista. También me acercaré al origen de sus manifestaciones, a su desarrollo histórico, enfatizando, lógicamente, lo producido a lo largo del s. XX. Y finalmente quisiera dedicar unos minutos a especular sobre la manera en que actuarán en el futuro dichos milenarismos y por qué implican un reto para nosotros no solamente entonces, dentro de un tiempo, sino también ahora, en el presente por el que transitamos.

Así que, para comenzar, me gustaría detenerme en definir qué son. A mi juicio son "movimientos colectivos", de carácter social, en los que se dan cuatro características muy concretas. Primera de ellas, una visión lineal de la Historia; no se concibe como algo cíclico, sino como algo que se desarrolla linealmente, con un principio y una consumación. Y dentro de dicha visión habrá un choque traumático, un acontecimiento escatológico de enorme importancia que se producirá en breve. Por tanto no se trata únicamente de una realidad lineal, sino de una realidad que va a desembocar, en poco tiempo óes difícil fijar exactamente cuándoó, en un gran acontecimiento histórico.

Segunda característica: los milenarismos tienden a trazar una línea de separación muy clara entre ellos y nosotros, entre, si ustedes me permiten decirlo así, los buenos y los malos. En este sentido, dicho pensamiento nos permite decidir en qué lado nos quedamos; por supuesto, al lado del bien quedan los defensores del mismo y al lado del mal quedan aquéllos que se le oponen.

Tercera característica, muy representativa, por cierto: pretenden poseer la clave más correcta de la interpretación de la Historia. Parten de la premisa de que la gente que no pertenece a este entorno, no comparte esta cosmovisión, tampoco sabe interpretar la Historia. Cualquier tipo de razonamiento, de argumento, que se quiera oponer al pensamiento milenarista choca con esa convicción. Como suelen comentar los grandes escépticos norteamericanos del siglo XX, 'el problema de los que creen sin razón es que no aceptan razones para dejar de creer', y a eso se ajusta perfectamente lo comentado: los milenarismos son movimientos que efectivamente no se sustentan en justificaciones racionales y que además pretenden poseer la única clave de comprensión de la realidad.

Cuarta y última característica, responsable del éxito o de la repercusión de estos movimientos: tras el "estallido" histórico que se producirá en breve, acontecerá el advenimiento de un nuevo mundo, de un nuevo sistema de cosas, del que no formarán parte aquéllos que no compartan esta ideología. Puede suceder en un futuro más o menos lejano -se supone que siempre es cercano-, pero en cualquier caso siempre es un futuro de exclusión; aquéllos que no compartieron en su día esta misión tampoco compartirán las condiciones que vayan a caracterizar ese acontecimiento grandioso que tenemos que esperar.

¿Cuál es el origen de esta forma tan peculiar de pensar a la que hemos denominado 'milenarismo'? Podríamos decir que nace de esa visión lineal de la Historia a la que me he referido, sin embargo, fundamentalmente arranca de un pervertimiento del concepto bíblico de 'Historia'. Nosotros tenemos la idea ciertamente occidental, porque la comparten el Islam y otras culturas, pero es ante todo cristiana, de que el tiempo se desarrolla de manera lineal, y además nos parece que es normal e indiscutible. No obstante, tal creencia no ha sido aceptada universalmente; culturas como, por ejemplo, las civilizaciones de Mesopotamia o Egipto más bien partían de un concepto cíclico de la Historia, y un concepto cíclico que estaba asociado a las fases del año, como ocurría con la cosecha o con la siembra. Por tanto, en este sentido, la Historia era una concatenación o sucesión de ciclos anuales que podía durar indefinidamente. Lo vemos también en el pensamiento griego o en el hinduismo. Así que la aparición de esta visión lineal de la Historia está claramente relacionada con la Biblia, primer texto de la historia de la humanidad donde se desarrolla la susodicha.

La historia del género humano empieza en un momento dado, además con consecuencias catastróficas, y se va desarrollando a lo largo del tiempo hasta llegar a su consumación. Esta idea judía en su origen, puesto que aparece inicialmente como pensamiento del pueblo de Israel, se traspasa al cristianismo, y de éste llega, en cierta medida, al Islam. Y en este "contagio" es, precisamente, cuando experimenta el pervertimiento al que me he referido. Porque, para empezar, en la Biblia no se da esa separación entre buenos y malos según compartan o no determinadas visiones. Es más; es curioso que el personaje del Antiguo Testamento que actúa como paradigma de la justicia no sea un israelita. Job, representante de tal concepto, no queda al otro lado de la línea por no pertenecer a los de este bando, sino que es quien encarna ese papel por estar precisamente al otro lado.

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