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Juanjo de la Iglesia y Tonino./ EL CORREO |
Tonino: Exactamente. Les explicaremos cómo "hacer pinchitos" con el jefe.
Juanjo de la Iglesia: En el libro, hay un proverbio árabe que se puede aplicar a los jefes y que el hombre que lo escribió lo aplica a los banqueros; dice así: a los buenos banqueros, como al buen té, cuando realmente se les aprecia bien es cuando se les sumerge en agua hirviendo. La verdad es que como metáfora vale. Por supuesto, no es que consideremos que haya que andar "cociendo" jefes, pero quizá sí mentalmente, y esta idea ha sido la que nos ha animado a escribir este libro.
Tonino: Sí. Lo cierto es que mucha gente, incluso muchos compañeros de la prensa, fingiendo un desconocimiento total sobre el tema, nos han llegado a preguntar: «¿por qué un libro sobre jefes?», y a esto tenemos que responder que tenemos varios motivos por los cuales hemos organizado un estudio analítico, profundo y a veces doloroso --digo doloroso porque todo lo que implica conocimiento implica, también, dolor, y sobre todo más en este tipo de temas-. Una de las razones principales es que creemos que todo el mundo tiene, ha tenido o tendrá, en un futuro triste y lejano, a veces después de muchos años en la Universidad Politécnica, un jefe. Y ya que el tema nos parecía muy común, y como todo lo común, humano -nosotros somos muy humanos-, pensamos que era un buen tema para difundir entre la gente.
Juanjo de la Iglesia: Además, nosotros pensamos que todo el mundo es jefe de alguien, exceptuando, claro está, aquellas personas que dicen no tener jefe, algo ya de por sí sospechoso si tenemos en cuenta que la vida es como la escala de Jacob: todo el mundo obedece y manda, a la vez, a alguien. En fin, que aquello de no tener jefe alguno nos hizo reflexionar profundamente a Tonino y a mí.
Tonino: Es cierto. Nos hizo reflexionar al punto de ponérsenos el vello de punta. Incluso el de los brazos.
Juanjo de la Iglesia: Nos daba un poco de miedo, verdad, por lo que decidimos dirigirnos al meollo de la cuestión. Pero antes de entrar en materia, sí quisiera decir que este libro no está tan basado en nuestras experiencias como en las de la gente que nos rodea, porque nosotros siempre hemos tenido unos jefes angelicales, seráficos, bondadosos y estupendos, de quienes hemos aprendido mucho y a quienes incluso hemos podido enseñar algo. Lo que hemos hecho es una labor de investigación de campo, como la haría un zoólogo, entonces no se trata tanto de criticar a los jefes como de describirlos. Para ello, ¿qué hemos tenido que hacer? Todo tipo de tropelías: disfrazarnos de monja, vivir 7 años en un convento para ver cómo era aquello -por cierto que nos lo pasamos de bien, unas risas-, colocar micrófonos ocultos en algunos lugares, etc.
Tonino: Incluso, como contamos en el libro, hemos montado algún confesionario móvil, con lo cual, jefes y empleados veníana contarnos sus más íntimas vivencias -algunas no venían al caso, pero lo pasábamos bien oyéndolas-.
Juanjo de la Iglesia: Un día, Tonino y yo observamos que cuando la gente sale de trabajar, emplea aproximadamente un 80% de su tiempo en hablar mal de su jefe. Entonces pensamos que algo tienen los jefes que enamora, y esto fue otra de las razones para escribir el libro.
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