JESÚS: UNA BIOGRAFÍA
Dr. Don Armand Puig
Especialista en la Biblia
Bilbao, 24 de octubre de 2004
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Puede afirmarse
casi con total seguridad que todos tenemos una imagen prefijada de
Jesús, de quién fue y, sobre todo, de qué representa
para la vida de cada uno. A pesar de este mundo secularizado en el
que vivimos, Jesús es siempre un personaje vivo, y su figura
re-emerge constantemente y da pábulo a comentarios, libros
y demás publicaciones que logran que su presencia sea constante
en los medios de comunicación.
Asimismo, estamos en un
momento en el que, cada vez más, biblistas católicos,
protestantes y ortodoxos trabajamos juntos. En efecto, la Biblia -que
antes era la piedra de escándalo que nos separaba- es hoy día
la confluencia que nos une, y esto supone un cambio de época.
El Concilio Vaticano II ha propiciado este enorme cambio y ha hecho
que personas de muy distinta condición se encuentren con seriedad,
honradez y voluntad de aportar en la reconstrucción y reconstitución
del personaje que en mayor medida ha marcado si no la historia de
los países de Extremo Oriente, sí al menos -e indudablemente-
la de Occidente.
Aunque las biografías de Jesús son muchas, hacía
unos cuantos años que no disponíamos de vidas de Jesús,
porque la exégesis bíblica caminaba por otros derroteros.
Precisamente en 2005 se cumple el centenario de una obra de Albert
Schweiser -teólogo alemán de Alsacia- que certificó
la defunción de cualquier posibilidad de escribir biografías
de Jesús, cuando se afirmó que, durante el siglo XIX,
todos los autores se habían equivocado porque no se había
resuelto el problema de quién era realmente Jesús. Igualmente,
desde 1905 hasta 1953, Rudolf Bultmann -otro famoso teólogo
alemán protestante- dominó la cuestión con una
frase que se hizo famosa: "Lo que sabemos sobre Jesús
cabría en una hoja de papel". Como consecuencia de ello,
ninguna persona se atrevió a investigar sobre el Jesús
histórico. Sin embargo, después de cien años,
un latino como yo se atreve a poner sobre la mesa un título
provocativo para los exégetas: Jesús. Una biografía.
Creo que es posible elaborar
una biografía de Jesús si se parte de unos presupuestos
metodológicos e históricos distintos, algo que solemos
llamar "la tercera búsqueda del Jesús histórico".
En efecto, en este momento, las vidas de Jesús han regresado,
aunque no de la misma forma; en la actualidad nos encontramos en otras
coordenadas. En primer lugar, ha cambiado la exégesis, que,
además de ser interconfesional, se beneficia de los últimos
descubrimientos arqueológicos y documentarios. Así,
por ejemplo, la exégesis actual aprovecha las excavaciones
arqueológicas realizadas en Galilea, las cuales nos permiten
reconstruir ciertos escenarios, como los tres molinos de aceite equidistantes
de un punto que se encuentran en Nazareth, hecho que nos permite suponer
que esa localidad era un pueblecito de unos quinientos habitantes.
Igualmente, estamos en
condiciones de saber qué sucedía en la economía
galilea de la época, porque Jesús era un hombre rural,
por lo que nos interesa esta Galilea rural, profunda y judía
que determina la vida y la actividad concreta de Jesús con
sus discípulos. Asimismo, tenemos Qumrán; aunque Jesús
no estuvo nunca en Qumrán, era alguien que conocía el
movimiento esenio -y, de hecho, el cristianismo primitivo se encontró
de forma indirecta en diálogo con este movimiento-. Por esto
mismo, la exégesis de los textos evangélicos tiene en
cuenta los descubrimientos de Qumrán. Además, no debemos
olvidar la existencia de Nag Hammadi, la famosa biblioteca gnóstica
que, aunque lejana de Jesús, nos aporta, por ejemplo, el evangelio
de Tomás, un texto muy interesante porque en él hay
núcleos que corresponden al Jesús histórico y
que encuentran su paralelo en parábolas de Jesús recogidas
en los evangelios de Mateo, Marcos o Lucas.
En segundo lugar, hay que
tener en cuenta que Jesús es un judío. Este dato parece
una obviedad, pero sucede que la investigación a veces lo ha
olvidado. La judaidad -es decir, el carácter judío de
Jesús- es algo que la tercera búsqueda del Jesús
histórico pone en primera término; tenemos que profundizar
en este carácter judío de Jesús para intentar
situarlo bien y para ver cómo en el horizonte de este país
judío del siglo I emerge y sobre-emerge en muchos de sus planteamientos
su figura. Es verdad que en Jesús hay mucho judaísmo,
pero también hay mucha "heterodoxia judía".
Es decir, Jesús no es alguien que se limite a repetir lo que
se esperaría de un rabino del siglo I, sino que se contradistingue
de lo que diría. Esta conjunción de lo que le aúna
a -y le separa de- su época es uno de los puntos nodales de
la aproximación al Jesús histórico.
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