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Quinientas citas con la cultura
A lo largo de los últimos
veinte años han participado en el Aula de Cultura destacadas
personalidades de todos los campos
Gerardo Elorriaga
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Mario Vargas Llosa |
El éxito acompañó
desde su inicio al Aula de EL CORREO.
Hace veinte años Alejandro Echevarría, consejero-delegado,
y Antonio Barrena, director del diario, apostaron por dar continuidad
a las charlas puntuales que el periódico patrocinaba con
ocasión de alguna efemérides local, como el aniversario
del sitio de Bilbao. El éxito de público animó
la idea de mantener dos citas mensuales. Tras quinientas convocatorias,
aquel proyecto se ha convertido en el espacio habitual para la
presencia en el País Vasco de las más destacadas
figuras nacionales y extranjeras, de la cultura, la ciencia o
la economía, entre las áreas más habituales.
Historiadores como Bartolomé Benassar, Gabriel Jackson
o Raymond Carr, han compartido escenario con las personalidades
de la literatura castellana, caso de Mario
Vargas Llosa, Miguel Delibes o Jorge
Edwards, último Premio Cervantes, pero tampoco han
faltado sociólogos de la talla de Alain Touraine, el compositor
Cristóbal Halffter, el dramaturgo Francisco Nieva, el
científico José Manuel Sánchez-Ron, el Nobel
de la Paz 1996, Felipe Ximenez Velo, junto a otros muchos representantes
de las más variadas disciplinas.
El éxito animó la creación de la Fundación
Grupo Correo como instrumento necesario para gestionar y coordinar
un amplio programa de actividades que, desde un principio, tuvieron
lugar en Bilbao, Vitoria, Logroño y San Sebastián,
como focos principales, junto al posterior desarrollo de la Universidad
de Verano en tierras cántabras, el curso Máster
y el Premio de Periodismo.
Anécdotas
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Reverte y Atxaga en un momento de
su conferencia en la Iglesia del Carmen |
La charla del psicólogo
José Luis Pinillos, uno de los pioneros, disipó
las dudas en torno a la respuesta del público y demostró
el tirón popular del mundo universitario, superior al
demostrado por las ventas de sus libros.
La conferencia del jurista Francisco Tomas y Valiente, aún
no convertido en presidente del Tribunal Constitucional, pero
ya bien conocido en el ámbito estudiantil, hubo de celebrarse
en el cine Gran Vía porque todos los aforos resultaban
pequeños. Sin embargo, él temía que tan
sólo estuvieran presentes los acomodadores.
El matemático Miguel Guzmán aseguró que
nunca había reunido tanto público ni siquiera sumando
todos los obtenidos en su carrera como ponente.
La hispanista Rosa Rossi se emocionó tanto ante la acogida
que, minutos antes de disertar sobre San Juan de la Cruz, abrió
el bolso, sacó su petaca de whisky y dio un buen trago
para recuperarse de la impresión.
En el 'duelo' entre Pérez-Reverte
y Atxaga en la Iglesia del Carmen se llegó a tal saturación
que el público rodeaba a los ponentes e invadieron el
altar.
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