“¿Qué has hecho hoy?”
El adolescente necesita abuelos entrañables, que le hagamos sentirse a gusto en nuestra casa. Nuestro afecto le anima y le da seguridad, y para nosotros será un consuelo que nos hace felices. Para manifestar nuestro afecto y mejorar siempre la comunicación con un nieto, pero en especial si es adolescente, es necesario mostrar interés por sus actividades escolares y deportivas, felicitarle, si es el caso, y animarle si no salió tan bien como esperaba. La seguridad del adolescente mejorará si le elogiamos y le comprendemos todo lo que nos sea posible. Los abuelos podemos cultivar nuestra paciencia aceptando escucharles… cuando ellos quieren hablar y estar siempre muy disponibles para escucharles.
Pero, hay que reconocer que en ocasiones es difícil entablar conversación con un adolescente. Ante la pregunta: “¿Qué has hecho hoy?”, la respuesta es muy probable que sea: “Nada”, pues es celoso de su intimidad y piensa que no seremos capaces de entenderle. Sin embargo, puede iniciarse una conversación con anécdotas de su infancia o de la vida de sus padres a su edad. Hablarle de lo que hemos vivido lo interpretará como una muestra de confianza en su inicial madurez humana. También así podrá valorar los esfuerzos de sus padres para educarle y sacar adelante a la familia. De este modo conocerá y valorará las tradiciones familiares. Sin embargo, en otras ocasiones tendrá ganas de hablar y hemos de ser pacientes para escuchar sin interrumpirle y sólo aconsejarle si lo pide. Dialogando con el adolescente le demostramos que le queremos y nos enriquecemos mutuamente, pues nos dará a conocer enfoques de (a realidad actual sobre los que, si es conveniente, podremos darle un criterio de valoración moral.
Importancia e influencia
En otras épocas históricas la importancia e influencia de los mayores en la sociedad de su tiempo llegó a ser de gran importancia. En nuestra sociedad, entonces, según todo lo expuesto anteriormente, y por motivos distintos vuelven a tener un protagonismo del que no se debe hacer dejación. En primer lugar, y por suponer un numeroso colectivo, al ser sujetos con derecho a voto tienen la obligación de aportar a la sociedad su experiencia y sabiduría colaborando en los cambios de la sociedad. En segundo lugar, y debido a la temprana edad de jubilación, al aumento en la prolongación de la vida, a la situación de pluriempleo de los hijos y a la experiencia y sabiduría acumulada, los abuelos de esta generación estamos llamados a prestar un gran servicio a nuestros hijos y por tanto a esta sociedad, a través de la educación de nuestros nietos. Porque la influencia de los abuelos en la familia no se agota con nuestra colaboración en la educación de los nietos, sino que llega más allá.
Y seguro, seguro, seguro que si un día los abuelos iniciaran una huelga de brazos caídos, se colapsaría el planeta.
Paulino Castells, Queridos abuelos. La importancia de ser mayor y saber manejarse con los hijos y los nietos. Ediciones CEAC, grupo Planeta, 2010.
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