En principio quiero disculparme porque no voy a ser políticamente correcto, y tampoco voy a dar previsiones “esperanzadoras” con respecto a la salida de la crisis. Voy a presentar mis análisis y proyecciones en función de datos objetivos y de mi metodología, ya que todo lo que exponga, puedo explicar en que me baso y cuales son mis hipótesis de partida.
Por otro lado, me gustaría exponer que me considero un estudioso de las crisis económico – financieras, ya que tuve ocasión de vivir como estudiante y modesto inversor en Bolsa, la crisis del 1974 – 1980, y ya como profesional de las finanzas viví intensamente el “crack” del 87, las crisis asiáticas del 1997 – 1998 y la crisis de las puntocom y las Bolsas de los años 2000 – 2003.
Desde hace muchos años, llevo un especial “seguimiento”, análisis y estudio de estos fenómenos que llamamos crisis.
Los acontecimientos que estamos viviendo y su desenlace, son fruto de una gestación muy larga en el tiempo (más de 15 años), y en principio, creo que lo más importante es entender sus causas, porque si no entendemos sus orígenes, no podremos aplicar las medidas correctas para su solución. De hecho, en gran parte de lo que se escribe y se explica sobre esta crisis, contempla más sus efectos, que se confunden con sus causas. Por ejemplo, el tema de las “subprime” es un efecto, importante y vistoso, pero al fin y al cabo un efecto de una de las causas fundamentales de la crisis.
Considerar que las causas de la crisis son básicamente dos:
1. La explosión de la Burbuja crediticia, más importante de todos los tiempos desde que existen datos (300 – 400 años)
2. La pérdida de la hegemonía de Estados Unidos como líder mundial y potencia dominante en el mundo, así como el cambio de la estructura energética actual que se basaba en los hidrocarburos baratos.
Vamos a hacer algunos matices:
Ambas causas son extraordinariamente contundentes y conforman un escenario de crisis estructural y sistemática. El mundo ha dejado de ser como lo conocemos actualmente. Las bases del modelo de desarrollo de los últimos 30 – 50 años se han volatilizado. La explosión de la burbuja crediticia es la causa de efectos más inmediatos y la que produce los primeros acontecimientos que estamos sufriendo desde hace más de un año.
Hemos vivido peligrosamente, desde hace más de 15 años el promedio de crecimiento del crédito, y consecuentemente de la liquidez ha sido de un 15 – 20% anual mientras que el crecimiento de la economía (PIB) ha sido del 4 – 5%, es decir, se ha creado una liquidez a muy bajo precio (tipo de interés), que ha fomentado la subida de precios de los activos mobiliarios (acciones, bonos, etc…) e inmobiliarios. También se ha creado una sensación de que el riesgo no existía. En resumen, cada vez teníamos más cosas pero a base de una deuda creciente.
Una vez explota la burbuja crediticia, el proceso empieza a funcionar al revés, es decir, disminución de la liquidez y descensos de precios en los activos. Hemos iniciado un “ajuste” de precios de activos que está hacia la mitad de su proceso, pensamos que las bolsas y los inmuebles, en una perspectiva de 2 – 3 años, están sólo a la mitad de su recorrido bajista. El efecto más inmediato es un empobrecimiento material de los ciudadanos e instituciones, y el efecto contrario al efecto riqueza, además de sus importantes consecuencias en el sector financiero.
|