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D. Alfonso Mateo Sagasta

Historiador y escritor

Las caras del tigre: el sueño de un paraíso sin manzanas. En el centenario de Darwin

En Bilbao, a 9 de marzo de 2009
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Javier Moro

Cuando empecé a escribir Las caras del tigre, me di cuenta de que tenía entre manos una novela policíaca, aunque sin crimen, una historia de investigación científica, un relato de aventuras y una novela negra, todo ello aderezado con un detonante de ciencia ficción. Dichos así de corrido parecen muchos ingredientes, pero a mi aún me parecían pocos para afrontar el reto de entender qué somos los seres humanos, cual es nuestro papel en la historia de la vida y qué futuro nos espera.

Sé que dar respuesta a semejantes preguntas suena muy ambicioso, y más teniendo en cuenta que no soy biólogo, ni teólogo, ni prehistoriador, ni paleoantropólogo, y que cuando empecé a trabajar en este proyecto no sabía distinguir el núcleo de una célula de una mitocondria. Y ahora tampoco.

Lo que sí tenía muy claro era que la protagonista de la historia tenía que ser una mujer absolutamente normal, inteligente pero tan ignorante como yo mismo sobre estos temas, y que a lo largo de la trama debía aprender lo necesario para resolver el misterio con el que se había topado. Y ¿cual era ese conocimiento básico? ¿Ese punto de partida?

Hice un pequeño sondeo entre mis amigos para ver qué idea tenían ellos del origen del hombre, y la respuesta más frecuente fue la de que el hombre procedía del mono, sin mayores precisiones. Lo más, algunos recordaron el esquema de los libros de texto del colegio, aquel en el que aparece un chimpancé dibujado en el extremo de una raya, un tipo con lanza en el opuesto y entre medias el resto de los homínidos en fila india y cada vez más erguidos. Decidí que ése debía ser el punto de partida de la protagonista de la novela, y a partir de ahí, el primer paso para ampliar sus conocimientos era echar un vistazo a la teoría que dio pie a tal conclusión, una teoría que hace ciento cincuenta años dejó en entredicho la literalidad del libro del Génesis y que cambió de forma drástica y definitiva nuestra percepción del mundo natural.

Como habrán adivinado, hablo de la universalmente famosa Teoría de la Evolución, aunque Charles Darwin, el hombre que la formuló, nunca quiso llamarla así. Darwin era reacio a utilizar la palabra evolución, por un motivo muy concreto. Entre las acepciones que recoge el diccionario del término evolución, destacan la idea de movimiento y de cambio gradual, pero en nuestro subconsciente, la palabra parece que lleva implícita la idea de progreso. Si decimos que algo o alguien ha evolucionado sin especificar más, entendemos que ha mejorado, que está mejor acabado y, por tanto, que es más perfecto. Aplicado a los animales, podríamos llegar a pensar que los hay más o menos evolucionados en función de su situación respecto a otras especies. Por ejemplo, en principio no suena descabellado decir que una musaraña está más evolucionada que una lombriz, pero menos que un leopardo. Y en todo caso, lo que muy poca gente pone en duda es la posición del hombre en la cima de la evolución.

Pero la propuesta de Darwin va por otro lado. Para evitar conclusiones como la que acabo de exponer, Darwin definió su teoría como Teoría de la descendencia con modificación mediante variación y selección natural. Dicho así parece un poco confuso, y nos hace dudar de que Thomas Huxley exclamara cuando leyó El origen de las especies: ¡Qué increíblemente estúpido no haber pensado en ello ! No se apuren, porque les aseguro que dentro de unos minutos a ustedes mismos se les escapará esa frase. Sin embargo, antes de adentrarnos en la teoría de Darwin, no está de más hacer un pequeño repaso a sus prolegómenos.

A principios del siglo XIX, frente a la creencia religiosa de la inmutabilidad de las especies, empezaba a extenderse en los ambientes científicos la idea de que los seres vivos estaban relacionados, de que las especies estaban de alguna forma emparentadas unas con otras. En ese sentido se manifestaban Buffon, Blumenbach, Erasmus Darwin, abuelo de Charles y Jean Baptiste de Lamarck. Sin embargo, esa corriente de pensamiento no lograba imponerse porque no daba con un proceso causal plausible.

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Conferencias del Aula de Cultura. Año 2009

 


Enrique Pallarés: . La ansiedad. Qué es y cómo manejarla


Fernando Trías de Bes : Qué podemos aprender de la crisis y cómo evitar que vuelva a suceder


Carmen Iglesias : 'No siempre lo peor es cierto. Mitos y tópicos en la Historia de España '


Nuria Roca : 'Los caracoles no saben que son caracoles'


John Carlin : 'El factor humano Nelson Mandela y el partido salvó a una nación'


Bernabé Tierno: 'Fortalezas humanas, educación y valores en la familia'


José Poal Marcet: '¡Llegó la crisis! Claves para entenderla y hacerle frente'


Jaime Peñafiel: 'La mirada y la palabra de Jaime Peñafiel'


Alfonso Mateo Sagasta: 'Las caras del tigre: el sueño de un paraíso sin manzanas. En el centenario de Darwin'


Jordi Garrido i Pavia: '¡Maldito trabajo! Todo sobre el mobbing y el concepto de 'estar quemado'


Aureliano García Manzanal: 'Ghana: educación y desarrollo'




Conferencias del Aula de Cultura. Año 2008-2007

 


Javier Urra: . Retos y dilemas de la educación


Arturo Pérez Reverte :Presentación de su libro 'Un día de cólera'


Laurentino Fernández : Salud y libertad de las mujeres en los países empobrecidos


José Luis Pardo : Esto no es música. El malestar de la cultura de masas


Emilio de Diego : España, el infierno de Napoleón. La Guerra de la Independencia


Juan Iranzo: Impacto de la crisis financiera sobre la economía española


Maria Luisa Ferrerós: Inteligencia Musical. Estimula el desarrollo de tu hijo a través de la música


Rocío Ramos Paúl: ¡Haz de tu hijo un niño feliz!


Walter Riso: Amores altamente peligrosos. Cómo identificarlos y afrontarlos


Jorge Bucay: Las tres preguntas: ¿Quién soy? ¿Adónde voy? ¿Con quién?


Santiago González: Lenguas y lenguaraces


Elena Martín: ¿Qué hay de bueno? Claves para una vida más alegre


Ignacio Martínez Pisón: Las pequeñas historias que tejen la Historia


Javier Moro: El sari rojo. Cuando la vida es el precio del poder


Juan José Millás: Los objetos nos llaman. La mirada de Juan José Millás


Eduardo Jaúregui: Sentido del humor y salud


Txumari Alfaro: Envejecer con salud


Eugenia Trias: El canto de las sirenas. Filosofía y música


José Ángel García de Cortázar: Memoria histórica, memoria heroica: en el 800 aniversario del 'Cantar de Mío Cid'


Javier Marías: Presentación del último volúmen de la trilogía 'Tu rostro mañana'


Javier Urra: Algunos hijos desatendidos y padres desorientados: el arte de educar


Juan Manuel Padra: Los riesgos de la memoria histórica. ¿Es mejor olvidar?


Marta Rivera de la Cruz: Españoles en el Holocausto


Noah Gordon: Noah Gordon conversa con el periodista Félix Linares sobre su libro 'La bodega'


Ricardo de Cala: Música y emociones


Vicente Castelló: Muñecas de porcelana. Adopción en China: el inicio de una nueva vida


José Luis Villacañas: La actualidad política española y los intelectuales


Alberto Piubello: ¿Un mundo mejor? ¡Sí, es posible!


Inés García-Albi: 'Su historia y su lucha, su ayer y su hoy'


Aula de Cultura
Fundación Vocento


El Aula de Cultura de la Fundación Vocento desarrolla un extenso programa anual de conferencias con el objetivo de contribuir a la difusión de acontecimientos, actitudes y valores que permitan a los ciudadanos desarrollar un juicio crítico sobre los problemas de su tiempo.

Hemeroteca: Guía de conferencias por años, textos íntegros


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Espido Freire

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Divergencias 'Cultura entre líneas'
Por César Coca, Oscar B. Otalora e Iñaki Esteban

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