¿Cuándo se consolida la amistad y la concordia entre los dos, la complicidad? Pues durante los cuatro años del 69 al 73, que Adolfo Suárez está de Director General de Radio Televisión Española; la Televisión Española, que era la televisión única, que la veían todos los españoles y tenía una influencia tremenda. Primero le nombra Carrero; Carrero Blanco que le había dejado Franco la presidencia de gobierno; duró muy poco, como saben fue asesinado y ahí digo yo en el libro que a mí me parece tremendo, yo nunca había tenido ninguna relación con Carrero Blanco y me parecía un personaje más secundario y no me convencía y me he dado cuenta, primero, que con el Príncipe fue un hombre ejemplar, que él aprobó incluso el nombramiento de Suárez como Director General de Radio Televisión. Dice él, el Almirante, que fue la única petición que le hizo el Príncipe y, además, le prometió al Príncipe Juan Carlos que si se moría Franco siendo él Presidente del Gobierno y, por tanto, el Rey asumía la Jefatura de Estado como Rey, que el dimitiría automáticamente, cosa que no hizo, por supuesto, Carlos Arias cuando ocurrió lo que ocurrió.
Bueno, en esos cuatro años al frente de Radio Televisión Española la primera consigna que hace Suárez que remueve todo el equipo que había; que es que había que cuidar al Príncipe, eso es la primera consigna al Director de toda la televisión; y cuidar al Príncipe significaba popularizarlo frente a maniobras que había desde fuera, desde el Pardo y desde sectores duros del régimen para buscar otra solución que no fuera proclamarle. Y Franco actúa en todo momento con una gran ambigüedad. Al Príncipe le da entender que va a ser Rey, que tiene más posibilidades que su padre, pero nunca estaba claro. Como anécdotas, el día, que era verano, a mediados de julio, parece que el día 15, él acababa de volver de Estoril de ver a su padre; se estaba cociendo, era inminente, la proclamación del Príncipe como sucesor, e insisto, era el año 69, Miguel Primo de Rivera, que era muy amigo de Adolfo y del Rey, era consejero del Movimiento; creo que era alcalde de Jérez todavía; era una figura importante, que luego tuvo un papel determinante en el Consejo del Reino para nombrar a Suárez, para que apareciera en la terna. Hubo un acto oficial importante en el Pardo y le dice que va aparecer la proclamación oficial del Príncipe Juan Carlos, entonces, él sale corriendo del Pardo; saben que el Pardo y la Zarzuela están relativamente cerca; y por la carretera dice que mirando por el espejo retrovisor por si le seguían; Franco se lo cuenta en secreto pero él no pierde ni un minuto de irse a la Zarzuela y decírselo a Don Juan Carlos. Le sorprende al lado de la piscina en bañador; él va con chaqué todavía del acto oficial del Pardo; el Príncipe da un grito de alegría y los dos se lanzan a la piscina. Al poco rato llega Laureano López Rodo a decirle confidencialmente que iba a ser proclamado, y ya lo sabía. Este es un poco el clima.
Era un tema importante. Por otro lado, el Príncipe tuvo que prescindir de su padre que era el sucesor, el hijo de Alfonso XIII, porque, si no le dijeron, vio claramente con Franco y con Laureano López-Rodó que le dijo nunca su padre va a llegar a Rey. Cuando se casa en Atenas con la reina Sofía, que por cierto yo quiero aquí hacer, no solamente un elogio, sino creo que ha sido una persona fundamental en la vida del Rey y en la vida de la monarquía y, por tanto, está prestando todavía un servicio enorme a este país España; es una mujer admirable que sabe muy bien el oficio; pues en la boda se plantean si una vez proclamado Príncipe de España se pensó, y esto lo cuenta Alfonso Ossorio que era el yerno de Iturmendi; Iturmendi era el Presidente de las Cortes y del Consejo del Reino en aquel momento, me parece; en su casa en Madrid se hace el decreto de nombramiento de proclamación; al principio, Alfonso Osorio, que luego fue vicepresidente con Suárez, dice que el título no podía ser Príncipe de Asturias porque estaba todavía Don Juan y no se podía dar el Principado de Asturias y él propone príncipes de las Españas, entonces, la reina o al rey le parece un poco pomposo y es la reina la que dice “bueno, pues Príncipe de España” y así salió. El actual Príncipe Don Felipe es príncipe de Asturias, como manda la tradición.
Suárez, de Director General de Televisión, sigue la boda de la nieta de Franco con Don Alfonso de Borbón y ahí, pues, quieren que la boda se dé en directo y a todo trapo. En este caso, además, hay una anécdota que aparece también en mi libro muy, muy sutilmente, pero aparece que el Príncipe se enfrenta con Franco. Hubo un acto en El Escorial, no sé qué acto, de celebración, un acto público solemne, y a la salida le dice que quiere hablar con él y Franco dice “bueno, pues venga luego a verme” y tal; y le dice “no, no, ahora mismo” y se mete en el coche y le dice el Príncipe Don Juan Carlos está muy preocupado porque en las invitaciones de boda, le iban a dar el título de Príncipe a Don Alfonso de Borbón, como quería la abuela de Doña Carmen, etc. Entonces, ahí había un forcejeo y, había gentes del Régimen que era la reserva para el futuro, siempre siguió con esa ambigüedad, sin la total seguridad de que al final sería él el Rey de España.
En esa tarea Adolfo Suárez tiene un papel importantísimo desde televisión y ya de trato muy, muy estable y muy directo con Don Juan Carlos, en medio de muchas dificultades. Bueno, era un Régimen que se estaba acabando y había muchos problemas. Hay un problema con Adolfo Suárez que parece un ser de una tragedia griega, porque siempre que subía una montaña se le caía otra vez la piedra abajo, se hundía, y eso le pasó durante su vida política. Primero, como Director General de Televisión, él aspiró legítimamente a ser Ministro de Información y Turismo y empezar su carrera, porque él, ya entonces, aspiraba claramente, de acuerdo con el Príncipe, más o menos insinuado que iba a ser el futuro Presidente del Gobierno, y que tenía que estar en el Gobierno. Carrero Blanco va al Pardo y le lleva la lista del Gobierno y en esa lista de gobierno aparecía Liñán de Ministro del Interior, de Ministro de la Gobernación y Adolfo Suárez Ministro de Información y Turismo; Liñán, por cierto, era otro que era muy amigo del Príncipe en aquel momento. Y Franco le da el visto bueno a lista menos, bueno, “ahí hay que poner”, le dice, “en gobernación, a Don Carlos Arias Navarro”, que era el hombre de la familia, el que promovía muy bien a la familia; era un hombre de confianza de la familia de Franco; y entonces Adolfo Suárez se queda fuera de la lista, porque Liñán, que ya le habían dicho que iba de Ministro de Gobernación pasa a Información y Turismo. Suárez le llama a Carrero; le dice que quiere que siga ahí de esto y él dice que se va y se va muy enfadado; cuando ya parecía que tocaba el cielo con las manos, pues otra vez que se le derrumba todo y le llama el Príncipe para que siguiera en televisión, que estaba haciendo una tarea magnífica.
Bueno, a todo esto, se me ha olvidado decir que en la boda de la nieta de Franco y de Don Alfonso querían que se diera a todo trapo en directo en televisión y Suárez se niega. Suárez y la dirección, que era Luis Ángel de la Viuda, se niegan a dar la boda en directo porque aquello habría creado una gran confusión entre el pueblo. Sí, otra vez aparecía la competencia y eso también produce ciertas tensiones, pero él sigue adelante; luego ocurre todo esto y se marcha; cuando ya parecía que tocaba el cielo con las manos, se queda fuera; se va, creo que a Entursa, a la Empresa Nacional de Turismo, porque de algo tenía que vivir; alquila una casa en la Granja.
Suárez siempre ha sido un gran relaciones públicas, pero se queda fuera, aunque el Príncipe no le pierde de vista y, cuando muere Carrero Blanco y entra Carlos Arias de Presidente del gobierno, monta el Gobierno y descabeza a los equipos del Príncipe, hay otra vez un clima duro, hay unas tensiones entre tecnócratas y falangistas, etc. Y, al final, nombra a Herrero Tejedor, Ministro Secretario General del Movimiento y ahí, cuando Suárez estaba otra vez apartado, había perdido el tren, pues le llama su amigo Fernando Herrero, que fue un valedor maravilloso para él, y le ofrece la Vicesecretaría General del Movimiento; y eso se le ofrece porque venía de la Zarzuela; lo cuenta su hijo en un libro, Luis Herrero. El Príncipe le había pedido que pusiera a Suárez ahí; entonces, Herrero Tejedor “le va bien a tu carrera esto”, porque él sabía sus aspiraciones. Suárez acepta y otra vez vuelve a estar, digamos, en una gran actividad, y conoce por dentro muy bien lo que estaba pasando.
La gente del Movimiento, del Régimen, que también le vino, conecta también con gente de la oposición, pero eso dura otra vez unos meses porque Herrero Tejedor, sorprendentemente y extrañamente, porque hay algunos piensan que fue un atentado, pero, bueno, muere en un accidente en una recta en la carretera de La Coruña. Otra vez Adolfo Suárez se queda fuera; él, otra vez, aspira en aquel momento a se supone que él va a ser es el segundo del ministerio, pues que le harán Secretario General del Movimiento; y Arias Navarro nombra a José Solis. Se queda fuera, se va a Telefónica. Está muy enfadado porque, otra vez, ha perdido el tren, cuando ya parecía que estaba... Suárez siempre ha sido un ambicioso político y allí pasa unos meses, muere Franco y el Príncipe automáticamente se convierte en Rey.
Hay una ley importante que nadie ha tenido muy en cuenta, que se hizo para evitar que hubiera entorpecimientos a la hora de nombrar al Rey; el Rey automáticamente incluso ejerció de Jefe de Estado en vida de Franco, como ustedes recordarán, muchos de ustedes, cuando la famosa enfermedad de Franco. Por tanto, al morir Franco, automáticamente, no tenía que reunirse el Consejo de Regencia ni el Consejo del reino ni todo eso que podría hacerse muy latoso, y el heredero del sucesor de Franco es el Príncipe Juan Carlos automáticamente.
Entonces ahí duda si descabezar al Presidente de las Cortes y del Consejo del Reino, que era una pieza clave, que era Rodríguez del Valcárcel, o al Presidente del Gobierno. Yo ahí revelo, no sé si lo digo de pasada, hay tremendas presiones para que mantenga a Arias Navarro en el gobierno y coloca a Torcuato Fernández de Miranda de Presidente del Consejo del Reino. La propia hija de Franco, Carmen Franco, va a verle inmediatamente de la muerte de su padre a la Zarzuela, a decirle que mantenga la voluntad de su padre y mantenga a Arias Navarro en el Gobierno, de Presidente del Gobierno, como digo. La promesa, si hubiera sido él el Presidente de gobierno, que tendría que haber sido a la muerte de Franco, el almirante Carrero habría dimitido inmediatamente. |