Pero no me voy a dar por vencido, pero cada vez hay un costo de la autoestima que baja. Cada vez me quiero menos. Entonces, ya me acostumbro. Yo tengo una paciente que casi 14 años que está saliendo con un hombre y ha ido una sola vez al apartamento; no sabe cuánto gana; ha hecho el amor una vez en 14 años; en fin, tienen una relación absolutamente distante, pero frente a la gente se muestra ella como la novia de él, es inabordable. La creencia que tenemos nosotros de que el amor puede producir como una especie de milagro en las relaciones afectivas adultas, pero yo no lo veo así. Es decir, yo pienso que cuando alguien no te quiere, cuando alguien afecta tu autorrealización personal vital, "yo quería ser pianista o bailarina, pero la condición que me puso el piano o yo, y yo elegí ella".
Si afecta a tu autorrealización o tu dignidad y a tus principios, cualquiera de las tres razones para decir que el amor no alcanza. ¿Por qué? Porque están violando mis derechos fundamentales. Estamos diciendo que ese amor no es ético, que es amor no es democrático, que ese amor no es justo. Nosotros pensamos que el amor es todo poderoso, que el amor todo, todo lo puede. Bajémoslo un poquito. Pongamos el amor en la tierra. Nosotros, a no ser que haya algún santo aquí, que no creo, pero el amor que cuando nosotros establecemos relaciones afectivas tenemos que exigir reciprocidad, si yo soy fiel espero que mi pareja sea fiel. Ustedes no esperan nada a cambio; eso es para el amor universal, eso es para la madre Teresa de Calcuta, Jesús, Buda, pero no para nosotros. Si yo soy fiel, espero fidelidad; si doy ternura, espero ternura; si doy sexo, espero sexo. De la reciprocidad, no milimétrica, pero la reciprocidad vital sí es un elemento importante en el amor.
Se rompe esa reciprocidad en los tres estilos que he dicho. Hay otros estilos. Por ejemplo, hay estilos que se dirigen a controlar a la otra persona. Uno es el paranoide, o sea el amor desconfiado. El paranoide pone al otro en la lupa, o le sube al estrado. El paranoide es el celoso; el paranoide es el que piensa que el mundo está en mi contra y yo necesito defenderme permanentemente. Pienso que mi pareja es culpable hasta que no demuestre lo contrario. Inclusive llegan al extremo de tener celos retrospectivos. Es decir, "cuando tenías 16 años tenías un novio", "sí, pero ya tengo 38; estoy casada contigo hace 8 años", "sí pero, a los 16 años tuviste un novio, y ¿qué hacías con ese novio?", "pero, cómo, qué hacía mi amor; nada", "¿cómo que nada? ¿lo besaste alguna vez o no lo besaste?", "bueno, sí, le di un beso", "¿cómo fue el beso?" Y empiezan a indaga y, entonces, la mujer, para tranquilizarlo, le va contando todo y cada vez que le cuenta es como echarle gasolina a una fogata, y se encienda más y se encienda más. Entonces, quieren tener una franquicia de hace 30 años para acá, eso es como un golpe de estado, entonces, es imposible.
El paranoide lo que hace es no entregarse nunca afectivamente porque si se entregan va a mostrar sus debilidades y va a creer que le van a molestar o engañar. El paranoide funciona muy bien en algunas cuestiones; si trabajan en la CIA son perfectos; un paranoide en la CIA creo que es perfecto, pues tiene que ser desconfiado.
El obsesivo es otro estilo controlador. El obsesivo es el amor perfeccionista. Insisto, no piensen esto que están en el hospital mental; entre nosotros, cualquiera de nosotros puede tener rasgos de estas personas; yo mismo; cualquiera, aunque no los tengan exagerados. El amor perfeccionista es poner al otro bajo control, porque parto de que es ineficiente y de que el único que puede aquí ser responsable y eficiente soy yo. Entonces, genero en mi pareja miedo todo el tiempo a equivocarse. Como tiene miedo a equivocarse, se equivoca; y como se equivoca demuestro que no sirve para nada. Entonces, hago un golpe de estado; tomo el poder y el poder consiste en que yo tomo todas las decisiones, porque sos una inútil. Entonces el obsesivo sistematiza el amor, lo organiza; está todo el día alrededor de lo meticuloso. ¿Se acuerdan aquella película Dormir con el enemigo ? Aquel tipo medía las toallas, el largo de las toallas; es exactamente eso. ¿Qué hacen las parejas de los obsesivos? Se transforman al obsesivismo; es decir, se vuelven obsesivas, para poder sobrevivir con un obsesivo. Entonces, ustedes, les ven después de cuatro o cinco años y van a ver que los dos limpian igual, los dos están midiendo las cosas, los dos se hacen como un rito al obsesivismo. Con el paranoide pasa lo mismo. Usted ¿por qué sigue con este hombre? Es que él tiene razón; la gente es mala. Ya la convenció, y ella anda con el radar al lado de él, buscando toda la gente mala del mundo. |