|
Pero también es importante un segundo punto, después de estas cuatro aclaraciones introductorias. Cuando hablamos de salud esta mañana, una linda periodista de La COPE , Arancha, ¡qué aguda! Me decía: "pero, cuando hablamos de salud ¿a qué nos referimos? ¿Sólo a la ausencia de enfermedad? Bingo, dio en el clavo. Salud es mucho más que ausencia de enfermedad, claro. Cuando se están muriendo mujeres o niños, lo que hace es evitar las muertes. Pero no te tienes que conformar. Por ejemplo, cuando me metí en este asunto, hace 17 años, se me murieron en un mes cuatro niños de enfermedades curables. "Padrecito, venga a enterrar". Y un funeral, y otra vez, pero otro y otro y, claro, eran unas cuantas casualidades, pero era mucho en una parroquia chiquita, suburbana. Cuatro en un mes: uno de asfixia, el otro que le habían dejado solito y se quemó,... ¡Hay que poner remedio! Pero una vez que pusimos remedio y ya no se nos muere ninguno, porque llevamos como quince años que ya no se mueren más, no nos tenemos que conformar. Ahora la salud es educación, es alimentación, es crecimiento en habilidades de los niños. Lo mismo para las mujeres. Cuando consigamos que ya no mueran, no hay que conformarse; hay que seguir buscando su participación social; y así lo dicen.
Bueno, yo les he resumido todo el proceso que hay, de lo que se entendía por salud como ausencia de enfermedad, a lo que entendemos hoy como salud, que es añadir años a nuestra vida, pero no sólo eso, sino añadir vida a nuestros años. Porque no se trata sólo de vivir, sino de vivir dignamente. Bueno, entonces, cuando hablamos de salud materna, nos referimos a la posibilidad de que la mujer, en estos países pobres, tenga la capacidad, la autonomía para vivir como persona digna, como madre que no tenga que verse obligada a poner en riesgo su vida. Y, claro, nuestras mujeres ponen en riesgo su vida, pues, porque como no tienen lo necesario para comer, trabajan hasta una hora antes del parto. Ahí la van llevando corriendo, o buscan a la vecina y dan a luz, y a los dos días ya están levantadas otra vez, trabajando. Ponen en riesgo su vida. Hay que superar las causas que ponen en riesgo la vida de las mujeres. Y tiene que dar a luz y, como decía la otra amiga, el décimo hijo. Y borracho, irresponsable, "ya lárgate de la casa, ya no quiero que me des más hijos, ya estoy harto de ti y de tanto hijo". No pueden decidir, esas mujeres de las que yo hablaba. Alguna vez cuando le digo "¡Eugenia!"; "es que viene borracho, que no, que no me ocupe, pero él se empeña y estoy en día fértil y otro". "Claro, borrachos no entienden, pero cuando esté sano habla más seriamente". Y hay muchas situaciones así, no sólo de esas que son como más normales.
Bueno, luego ya entraremos en los adolescentes, que es algo que nos preocupa mucho. Salud en la mujer es, les resumo, nuestra utopía. Nuestro proyecto es que las mujeres puedan vivir la maternidad, el ser madres, como una experiencia elegida. Elegir ser madres, eso ya se imaginan lo que hay detrás de esa posibilidad de elegir. La mayoría de las mujeres no eligen ser madres, las obligan, claro. Y el 39% de los partos son inesperados o indeseados, son hijos no deseados. Es un porcentaje muy grande; casi estamos llegando a la mitad. Bueno, luego ya, viéndolo, se conforman; le cogen cariño. Pero, ¡qué pena, verdad, vivir todo un embarazo con un hijo no deseado! Queremos que la mujer pueda tener la experiencia de ser madre como una experiencia gozosa de llegar a ser madre. Es un gozo, es una alegría, es un regalo de Dios, es una vida que se nos regala. Queremos que todas las mujeres tengan unas posibilidades de vida segura, digna, para sus hijos y por eso estamos luchando. El ejemplito de mis 15 barrios, con el padre Juanjo, otro compañero que ahora está al frente. Yo llevo más el apoyo a los centros sociales.
Cuatro indicadores sobre la salud. Y estaba viendo que Euskadi está bien en mortandad neonatal, que es el primer mes de los que nacen. Dicen que pocos, pero la plaza está llena de críos. La mortandad infantil, que es el primer año, y la mortalidad de las madres, de las mujeres, que por ser madre en edad fértil, mueren, y estaba viendo que Euskadi, Cuba, Japón, Suecia, tienen el mismo porcentaje 2.7 por cada 1.000 nacidos vivos en el primer mes. Están bien en Euskadi, pero en Ecuador, aunque hemos bajado, todavía estamos en el 10 de cada 1.000 nacidos vivos. Tenemos mucho por trabajar, claro, que el 90% de los niños fallecidos en el mundo en el primer mes son de los países pobres. Uno no elige donde nacer, pero el que nace en un país pobre, pues, como dicen aquí, se fastidió. Si vive será suerte, pero estamos hablando de vidas humanas. En el primer año en Euskadi me salía cuatro muertes por cada 1.000 nacidos vivos, pero en Ecuador tenemos 21, mucho más alto. |