Ustedes saben que hace unos cuantos años se pusieron a nivel del mundo, Naciones Unidas, unos objetivos hasta el año 2015. No es que quede mucho; nos quedan apenas seis años y todavía no creo que se vayan a lograr todos los objetivos. Pero para algo han servido, pues no sólo responde esta campaña a los objetivos a nivel mundial de cuidar a las madres y reducir en tres cuartas partes la mortalidad de mamás; también responde a que estamos celebrando los 60 años de la Organización Mundial de la Salud y en su artículo 25, la Declaración de los Derechos Humanos dice que todas las madres y la infancia merecen especiales cuidados.
Respondiendo a estos dos objetivos, pues yo pensé y pregunté a las madres de allí. ¿Y saben qué título escogieron? Les consulté porque de Madrid decían que querían un título y yo les pregunté a ellas y, entonces, ellas, después de una larga discusión, escogieron las mujeres el título. "Hable de las madres y la salud". Y por eso puse la palabra libertad porque es una aspiración de muchas mujeres, quieren libertad. Vamos a ver qué es a lo que aspiran ellas. Entonces, voy a empezar con cuatro pequeñas notas introductorias.
Primera, la situación de la mujer en estos últimos cien años. Me estoy refiriéndome a Ecuador, aunque vale para muchos países de América Latina y del Asia. La situación de la mujer ha sufrido profundas transformaciones. No estamos en el mismo lugar. Hace 100 años se luchaba por los derechos políticos, sociales, el derecho a votar de la mujer, bueno, que también podía pensar y consiguió. Pero eso ya hace 100 años. La mujer vota, la mujer tiene derechos sociales, políticos. Pero hoy hemos dado muchos pasos; la lucha de las mujeres ya no es sólo reivindicativa a nivel político; las mujeres quieren participación plena en toda la sociedad.
Segundo, a nivel de principios y declaraciones. En Ecuador hay dos grandes fuerzas igual que en España, el Gobierno y la Iglesia. En Ecuador el Gobierno -y no sólo este, el actual- todos los gobiernos son parte activa de los convenios internacionales de los derechos humanos. Entonces, por lo menos a nivel de principio, tenemos gobiernos que los defienden, los promueven y, entre ellos el de la mujer. Y a nivel de Iglesia, pues, no digamos. Siempre decimos "la paternidad y la maternidad son imagen del amor de Dios"; los sublimamos de tal manera que la maternidad -el tema que nos preocupa-, es reflejo, es imagen de lo que es Dios-amor. La familia, el amor, la unión; la Trinidad , la mejor comunidad, modelo para toda familia humana. Bueno, a nivel de principios estamos muy bien.
Tercero, en la realidad tenemos que darnos mea culpa porque la Organización Mundial de la Salud , con datos, nos viene a demostrar que los principios están muy bien, pero, en la realidad, dice "los problemas menos atendidos en todo el mundo están relacionados con muertes o con lesiones en torno al embarazado". Pues habremos avanzado, pero todavía es uno de los problemas más graves y, seguramente, añaden los gobiernos, y los hombres hemos creído que el tema de la maternidad es cosa de mujeres, y hemos invertido pocos recursos y pocos dineros. Así que les felicito a Manos Unidas; no están tan desubicadas; están tocando la llaga de los problemas en el desarrollo.
Y, sobre todo, con este cuarto punto, una constatación que muchas de ustedes, algunas de mi edad, pero lo oímos también de nuestros padres. La mujer es el motor en las sociedades de los pueblos subdesarrollados. No me meto acá; quizás aquí también, pero allá son el motor. ¿Por qué? Por tres razones. Ellas son el centro del hogar. El padre, muy macho, podrá chillar, podrá decir pero al final se hace y todo circula en torno a la mujer en la familia. Ella es el centro de la familia. Segundo, ella es la administradora, el centro de la economía -y no sólo administrando-, sino también consiguiendo y produciendo recursos, a veces más incluso que el varón. Tercero, hay otra constatación; los que algunos han estado en misiones y en esos países, la mujer es la enfermera, la doctora: "mamá, me duele..."; el marido, sí muy valiente, muy macho, pero cuando está enfermo la mujer: "María, atiéndeme, dame esto". La mujer es la que proporciona la salud y ella se las arregla para traer al médico, o llevarte a saber dónde y las medicinas; ella es la ministra de salud en la familia. Fíjense, economía, centro decisión, salud. Sí, cualquier intento de desarrollo de un país pobre pasa por la atención a estas mujeres. |