Por tanto, cada vez más se está abandonando el dólar y se está haciendo al euro. Por tanto, se está sobreapreciando el euro. ¿Qué efectos tiene esa crisis financiera sobre la economía española? Pues efectos directos directos, entendemos que muy pocos. Entiendo por directos que en España apenas se han localizado células subprimes; 50 millones de euros nada más. Y tampoco parece que hay compañías de seguros afectadas, monoline. ¿Por qué? Porque la legislación del seguro en España prohíbe garantizar emisiones de títulos a más de cinco años, como eran estas. Por tanto, directamente no tenemos un impacto, pero sí que tenemos un gran impacto semidirecto. ¿A través de qué? Pues, en primer lugar, a través del encarecimiento del precio de las materias primas y muy especialmente del petróleo.
Porque España depende mucho más del petróleo que la media de nuestro entorno; que, por ejemplo Francia, que tiene muchas más centrales nucleares etc. Y por tanto, se produce lo que pedantemente llamamos los economistas siocasimétricos, es decir, la subida de un precio de un bien o de un servicio exterior, no afecta por igual a todos los países que están en la misma moneda. Perjudica más a los que dependemos más, por tanto este es uno de los factores de nuestra inflación diferencial respecto a la medida de unión monetaria. Y, además, qué significa, que como la demanda de petróleo o de trigo o de soja es muy rígida a corto plazo significa más inflación, pero también menos crecimiento porque aumenta las importaciones. Las importaciones restan del crecimiento. ¿Qué otro efecto directo o semidirecto está provocando sobre la economía española la crisis financiera? Pues la apreciación del euro, es verdad que la sobreapreciación del euro está amortiguando algo la subida del precio de las materias primas, pero también, creo, que los países de la OPEP miran claramente de reojo el precio del euro-dólar y, por tanto, suben el petróleo en función de cómo evolucione que es lo que ha estado ocurriendo estos días. ¿109 dólares? Que sí que, si es el récord; record, porque los 34 dólares el barril del año 79 en términos constantes, eliminando los precios el tipo de cambio nos llevaría a unos 100 dólares. Ahora sí que hemos batido en todos los aspectos el récord del petróleo. De tal manera que algo nos amortigua la apreciación del euro, pero nos resta una enorme competitividad a nuestras exportaciones, no sólo para exportar a países que no tengan euro, sino también a nuestros principales clientes Alemania, Francia, etc. ¿Por qué?, porque allí todo lo que entra en dólares es mucho más barato. ¿Y a quien va a perjudicar, además, muy a corto plazo? Al turismo, claro, porque se está produciendo una enorme desviación y parte de la inversión; antes había inversores españoles que estaban dando vueltas, comprar pisos en Polonia etc. No, ahora donde hay que comprarlas es en Florida que por 200.000 euros te dan un piso estupendo, claro al tipo de cambio 116 y con una caída del 30% en el precio de las viviendas, pues ya no digamos ir a pasar unos días a Estados Unidos o a zona dólar.
De tal manera que eso perjudica enormemente nuestra competitividad, lo que significa menos exportaciones y por tanto menos crecimiento. Pero lo fundamental es que está aumentando la prima de riesgo para la economía española y, sobre todo, está escaseando la financiación, para aun país que requiere grandes necesidades de fondos exteriores. España, no sé si lo saben, tiene el déficit de la balanza por cuenta corriente en términos relativos más alto del mundo. El 10% del PIB, que es verdad que no tiene efectos sobre el tipo de interés y el tipo de cambio porque estamos en el euro, pero significa que sólo para financiar esa cifra tenemos que atraer 100.000 millones de euros este año, pero además, como hay que amortizar algo de la deuda externa -800.000 millones- y tenemos que algunas empresas españolas quieren seguir invirtiendo fuera, pues al final, según un estudio del BBVA, necesitamos este año 180.000 millones de euros. Y ese es el problema.
Hasta ahora no existían los bancos y cajas y cooperativas de crédito empaquetaban créditos al consumo y créditos hipotecarios y los titularizaban con un ESPE mínimo, no había problemas de financiación ahora sí. Y si hay menos financiación, lo van a entender ustedes perfectamente, que hay menos consumo y menos inversión. Por tanto, menos crecimiento. La mitad aproximadamente de nuestro consumo lo financiamos. La adquisición de vivienda no es consumo, es inversión, pero financiamos el automóvil, financiamos los electrodomésticos, los muebles, los viajes, la formación incluso, de tal manera, que los tipos interés del Banco Central Europeo no han subido, pero las primas de riesgo sí. Por tanto, hay muchísima menos financiación y más cara para el consumo; y eso significa menos consumo. |