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De tal manera, que, es verdad, que ante cambios muy importantes y rápidos del mundo, no siempre respondemos adecuadamente. ¿Por qué? Porque ante nuevas realidades aplicamos recetas antiguas, y por tanto, complicamos el problema. ¿Qué ocurrió en el año 2001? Sí que la economía se desaceleró, que Estados Unidos, dos trimestres seguidos en recesión, por eso fue en recesión, crecimiento negativo del PIB; que Japón estuvo en recesión dos o tres años; que Europa crecía poco. ¿Y cuáles fueron las medidas propuestas para salir de esa situación? Incremento del gasto público, incluso cheques regalo, para que las familias consumieran etc., por parte del gobierno japonés y, sobre todo, tipos de interés muy bajos. La Reserva Federal los situó en el 1%, el banco de Japón en el 0,10 y el Banco Central Europeo en el 2. Es decir, dinero, en términos nominales, por debajo de la inflación; por tanto, en términos reales, los intereses, los tipos de interés eran negativos. Y como los agentes económicos somos muy racionales, ¿qué hicimos? Endeudarnos, porque es lo racional. Nos estaban regalando el dinero.
Por tanto, eso dio lugar a un incremento espectacular de la liquidez, y cuando hay mucha liquidez hay que invertir para obtener rentabilidad. Porque tienes el dinero gratis, pero para algo. Por tanto, cuanto más dinero tienes y tienes que invertir más rápidamente, vas perdiendo el concepto de riesgo, sobre todo, si no hay ningún problema en época de crecimiento. Si además, a eso se unen las compañías de renting y no hay muchas más, es decir, un oligopolio. De tal manera que estas instituciones ha jugado a aprendices a de alquimistas -¿cuál era la vigésima aspiración del alquimista? Convertir el hierro en oro- y parece que lo habían conseguido y que prácticamente había desaparecido el riesgo del mundo y todo estaba calificado con triple A o doble A. Habían metido en una coctelera a estos productos y todos eran estupendos, incluso habían vendido a los gestores de fondos la receta del cocktail, es decir, el programa para que cada uno hiciera el modelo de calificación que luego les iban a dar y lo vendían; de tal manera que han generado un gravísimo problema.
Pero, además de que son irresponsables, jurídicamente no tienen responsabilidad, ya se habían comportado muy negativamente cuando el asunto Enron. Acuérdense ustedes en el año 2002. Enron se llevó por delante a Arthur Andersen a la gran auditoría porque era responsable, pero de ellos casi nadie se acordó porque eran irresponsables y cambiaron la calificación de Enron seis veces en una semana. Para eso no hacía falta que existieran y, además, les pagan los clientes, ha generado un enorme problema de asimetría de información. ¿Y qué ha sucedido? pues que ha llovido y la lluvia podía haber aparecido por diferentes lugares, pero ha aparecido por Estados Unidos. ¿Y cómo ha llovido? pues resulta que en Estados Unidos habían concedido unas hipotecas con la garantía del bien, pensando además que el bien iba a seguir subiendo; sólo con la garantía del bien a personas con una tradición o un currículo financiero o sin currículo financiero, pero como en teoría la garantía era el bien, se le concedía las hipotecas; las famosas hipotecas subprime.
¿Qué ocurre? Que en Estados Unidos, poco, pero suben los tipos de interés del 1 al 5,25, que es bastante en términos relativos y que, además, el precio del bien empieza a bajar. Como sólo existe esa garantía, pues se inicia un proceso de morosidad que está en el 20% de esas hipotecas. Pero, ¿qué se había hecho con esas hipotecas? Se habían emitido títulos y se habían vendido en "cocktails", en paquetes, como productos de bajísimo riesgo. Por tanto, claro, al empezar a llover parte del hierro se ha oxidado. Claro, luego se empiezan a oxidar otros productos como por ejemplo las monolines que habrán oído ustedes ahora. Compañías de seguro que tradicionalmente se dedicaban a asegurar emisiones de pagares municipales, de ayuntamientos, para construir un hospital etc., empezaron a asegurar también emisiones de deuda privada de riesgo. Y, además, lo titulizaban.
Claro, ante el impago de muchos de estos productos tienen ellos que cubrir el riesgo y, además, lo habían transferido. Por tanto, otro trozo que se oxida. Claro, ese es el problema fundamental de todo esto: el sistema financiero funciona por confianza y es lo que justo en este momento hemos perdido, porque no sabemos qué parte es de verdad oro y qué parte es hierro. ¿Y cuánto tiempo va a tardar en oxidarse? Ese es el problema fundamental que estamos viviendo y que nos afecta a todos muy directamente. La crisis financiera es la sexta crisis financiera de los últimos 20 años, pero es la primera que no sabemos a quién afecta. ¿Cuánto tiempo y en qué intensidad? Y ese el problema fundamental, y ante la falta de confianza nadie se presta, por tanto, hay una fuerte contracción del crédito.
Pero como hay liquidez, algunos ¿qué hacen?, colocan en valor al refugio; ¿en qué? En oro -el oro está batiendo todos los récords; ya está en 1.000 dólares la onza-, en petróleo -porque la demanda va a seguir creciendo- en trigo, en soja; pero en títulos financieros sobre estos productos y en euros por abandonar el dólar. ¿Qué han hecho los bancos centrales? El Banco Central Europea inyectar liquidez para mantener los tipos de interés al 4%; La Reserva Federal bajarlos espectacularmente, yo creo que irresponsablemente. |