Preparar para posibles separaciones de pareja. Me van a decir "hombre Javier, ya llegamos muy lejos; coger a un niño y ya ir educándole en eso. Las separaciones van a ir a más. El problema está más allá del debate de si es correcto el denominado "síndrome de alienación parental" Entonces, habrá que saber, es decir, "oye mira te vas a unir sentimental, quizás luego te separas". Por cierto, que la gente se une, se separa y se vuelve a unir, o sea que tendemos en ese sentido. Yo creo que sí convendría.
Creo que hay que dar la palabra a los niños y a los jóvenes. Mi impresión es que hay mucho despotismo ilustrado: todo para el niño, pero sin el niño. Creo que hay que fomentar el buen trato; es el antídoto para combatir el maltrato, la desvinculación. Y hay que repudiar lo que son los abusos psíquicos, físicos, sexuales, pero en ese sentido, de verdad -y no son palabras altisonantes-, yo creo que hay que acrecentar la bondad, el afecto, la ternura. Yo creo que hay gente que se levanta por la mañana y dice "voy a intentar ser un poco mejor que ayer". Otra cosa es que lo consiga.
Facilitar el decir "te quiero". Yo hace no mucho más de un año tuve un infarto de miocardio y dejé de ir a la radio por la noche. Me encantaba ir a la radio por la noche, porque no hay nada más atractivo que la radio por la noche. Hay dos tipos de gente que escucha la radio por la noche: unos, absolutamente colgados, que dicen unas cosas rarísimas interesantísimos, y dos, gente que escucha. Y, entonces, llamó una señora y dijo: "tengo 73 años; he sido una niña conflictiva; le hice la vida imposible, en particular a mi padre; murió hace mucho y todos los días me acuerdo de él, porque nunca le dije 'te quiero'". No lo olvidaré, me parece fundamental.
El contacto. Y no tener esta realidad, estas dificultades de los "niños llave", el niño que llega a las tres a casa y hasta las ocho y media no llegan los padres. El "niño agenda, que cuando no está haciendo inglés, mañana está haciendo kárate, el sábado monta a caballo. En fin, que le robamos lo que es la ingenuidad, lo que es el tiempo, lo que es el futuro.
Creo que hay que amar el aprendizaje. Y ahí estaría el contrapeso el absentismo y el fracaso escolar. Pero en esto yo no soy muy optimista, porque, sobre todo, nos están llegando chicos de otros países que no conocen bien nuestro idioma y que, en el caso por ejemplo del Norte de África que es la forma eufemística de decir de Tánger, son chicos que son pastores con 12 años. Querer que entren en nuestro sistema educativo abstracto, es francamente complejo. Yo creo que habría que fomentar lo que es formación profesional, no para hacer un subempleo y que nuestros hijos tengan un nivel universitario y los otros no. Los sindicatos tendrían que estar también muy atentos. Pero sí a engancharlos desde lo que les gusta hacer, que es la hostelería, que es la marquetería, que es donde se sienten realmente partícipes.
Apoyo a las familias, pero apoyo -y esto no tienen porque estar en absoluto conmigo-, con algo de supervisión. Yo cuando fui Defensor del Menor, ahí sí que encontré cierta dificultad. Aquí se dice mucho "yo hago esto con mi hijo porque es mi hijo y punto", "y si soy cazador y me gusta llevarme a mi hijo de siete años a cazar por las mañanas, pues me lo llevo", "y si me parece bien que esté en el bar conmigo, aunque esté lleno de humo, pues también, porque es mi hijo". Yo no estoy tan convencido de ese sentimiento de posesión y, desde luego, la mayoría de la gente, cree que con quien mejor está un niño es con sus padres. Yo les garantizo, no siempre es así; en el 99%, sin duda, pero hay un 1% que dices: "¡vaya padres que anteponen la droga u otro tipo de situaciones!".
Acabo, diciendo que esencial poner límites, en contraposición a esos "dejar hacer". Coadyuvar en la protección de la infancia nos hace falta en España. Políticas de infancia no las ha habido. Hay mejoras, pero una política de infancia como tal, no. Por ejemplo, hoy me comentaba una compañera psiquiatra de Distrito Federal de México que allí hay psiquiatra infantil-juvenil. En España no existe. Por ejemplo, aunque se trabaje en ello, me parece que ese tipo de detalles todavía nos faltan. Por cierto, no sublimen. La gente cree que todo niño, por el hecho de ser niño es feliz. Los niños lo pasan bien, mal, regular; depende. |