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Otro reto sería mantener el respeto y la autoridad. Me refiero a los adultos, me refiero a los padres, me refiero a los maestros. Pero una autoridad que ahora tiene que ser desde el diálogo, desde la igualdad y, por lo tanto, aborreciendo el dejar de hacer. ¡Qué daño ha hecho el dejar de hacer!, ¡que daño ha hecho psicólogos y pedagogos, que nos han antecedido, con el "todo vale", o "que los niños se trauman". Me ha llamado la atención que este Gobierno, en algún momento, determine que haya cursos en que no sea conveniente que un niño suspenda porque le trauma un cero. Si eso es así, dentro de un poco le traumará sacar un uno, exactamente igual. No, no; yo creo que hay que poner listones; hay que conseguirlos. A mí me encanta el ciclismo -verlo, a mí sólo verlo-, pero viendo ciclismo, me encanta el que llega el primero, me parece tan digno, el que llega el último, media hora después reventado, pero llega. Creo que, en ese sentido, hay que retomar también esfuerzo y cuestionarse como padres, como adultos si lo que poseo es "auctoritas" o "potestas".
Ha habido ahora una gran queja cuando se ha modificado el código civil -algo que ya planteamos el año 96- para con la capacidad que tienen los padres de sancionar a los hijos, privarles de la capacidad del castigo físico. Pero, ¿es necesario el castigo físico para educar? Donde está ese posicionamiento, me parece que es un tema que cabe para el debate, como me parece preocupante el confundir la opinión con el saber. Esto lo vemos mucho en la televisión: "es que yo opino..." Bueno, yo puedo opinar si me gusta esta sala o no, pero no soy un experto, yo no soy un arquitecto, yo no entiendo de estructuras. Hoy parece que hay una ilusión por confundir, por ejemplo -todo se confunde a veces-, entre lo está bien y lo que está mal. No, no entre un terrorista y una víctima la diferencial es total, es abismal, no se puede confundir.
Yo creo que los chicos tienen que captar, y les tenemos que desarrollar la sensibilidad. Y aquí lo explicaría en contraposición a la psicopatía. Hay que percibir, me pongo en el lugar del otro, perdono, me dejo perdonar. Eso me parece que es fundamental. Por cierto, que una buena amiga, una chica que ha estudiado Ciencias Humanas, que ha estudiado Periodismo, que ha estudiado Psicología, Irene Villa, hace mucho tiempo, siendo muy jovencita, me dijo una frase que a mí me impactó: "la justicia puede impartir justicia, perdonar sólo puede la víctima". Totalmente de acuerdo. Otra cosa es que terapéuticamente sea muy bueno, pero es un derecho, no una obligación.
Creo que es fundamental enriquecer el lenguaje verbal y escrito. Yo tengo la suerte de dar clases en quinto de psicología en el Cardenal Cisneros, que pertenece a la Complutense , y son un grupo magnífico de chicos y chicas, pero hace poco les dije: "yo creo que los psicólogos no debemos dedicarnos a temas anodinos". Les vi la cara, y dije "anodinos ¿quién sabe lo que es anodino?" Bueno, me fui anonadado. No lo saben, no lo saben. La pérdida del lenguaje a mí me parece que es gravísima. El estar emitiendo mensajes, y no digo el lenguaje sólo expresivo con otras personas, sino al fin y al cabo, el ser humano convive consigo mismo 24 horas. ¿Qué se transmite? Yo creo que muchas de las conductas, de las sensaciones parten del lenguaje. Todos los animales ven sólo el ser humano, transmite cultura desde el lenguaje. Creo que, además, es fundamental plantearse si utilizo la palabra como arma arrojadiza o como mediador verbal; si gusto de utilizar el diccionario; si busco la precisión y la sonoridad de las palabras. Y este quizás sería uno de los puntos que a mi pronóstico es peor. Veo jóvenes, algunos patéticamente cultos, y el tema del lenguaje me parece que es esencial. Es más, dentro de casi las 70.000 personas que tenemos hoy en la cárcel, este país donde se dice que nadie va a la cárcel, pero que tenemos hoy 70.000 personas, que no podemos más dado el coste. Además, hay muy pocas mujeres, y las pocas que hay son colombianas, "culeras", porque traen droga, mayoritariamente. ¿Por qué hay tan pocas mujeres? ¿Es que son mejores las mujeres? Yo no lo creo, sinceramente. No quiero buscarme enemigos, las veo igual, pero sí es verdad que emplean mucho más lenguaje. Y los jóvenes conflictivos que nosotros tenemos son de "paso al acto", "me da el punto", "me da la vena". Ese tipo de realidad, de chavales incapaces de diferir gratificaciones, de aceptar frustraciones. Y ese es un mal pronóstico.
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