Claro, yo, cuando me enteré de todo esto y cuando fui empezando a investigar y descubrí lo que había representado, digamos, ese camino de Sonia Gandhi, esa evolución de esta mujer, claro para mí era fascinante. Cómo es posible, dónde están las claves de esta transformación. Cómo es posible que una mujer tan apolítica, tan tímida, que nunca quiso dar una entrevista -nunca dio una entrevista, claro, por supuesto, a mí tampoco-, acabase donde ha acabado. Claro, el problema era cómo conseguir entender la evolución del personaje principal, porque al entenderlo se podía entender también la evolución de la India de los últimos años, y es verdad, ambas historias están entretejidas y forman ese tejido, el sari rojo, valga la comparación.
Yo tuve una dificultad enorme al principio de hacer este libro, porque, claro, yo fui a intentar a hablar con ella, ingenuo de mi; allí no me hacía caso nadie porque ella no quiere que se escriba sobre ella; ella está en una posición ahora muy, muy delicada; ella por el simple hecho de ser italiana, y por el simple hecho de ser la mujer con más poder en un país de 1.200 millones de personas, que se dice pronto, tiene muchísimos enemigos. Y, luego, tiene una historia trágica; han matado a Mahatma Gandhi, ¿quién fue? Un fundamentalista hindú. Mataron a Rajiv Gandhi ¿quién fue? Los terroristas tamiles, mataron a Indira Gandhi, que murió en sus brazos. La mataron fundamentalistas sijs. ¿En cuantas listas de terroristas locos estará Sonia Gandhi que representa a esta familia? Claro, lo sabe ella, lo sabe el gobierno, y su equipo de seguridad está compuesto de 300 personas, que tiene una logista muy complicada cada vez que ella hace un movimiento. Ella vive así, completamente encerrada en una especie de torre de marfil, sin ninguna libertad, trabajando para la "causa" digamos, de su familia, desde por la mañana hasta por la noche, pero no participando en absoluto en lo que es la farándula de Nueva Delhi.
Es lo admirable de esta persona, que ha cambiado mucho en el sentido en que se ha hecho india, pero en otro sentido no ha cambiado nada, sigue siendo aquella montañesa hija de familia pobre, con unos principios, en este caso religiosos muy, muy fuertemente implantados. Y no se olvida nunca de quien ha sido, y no se olvida de la pobreza que conoció de niña. Ella es la que en los últimos cuatro años ha luchado hasta con su propio gabinete, con el ministro de finanzas, para que se pongan en práctica los programas de ayuda a los pobres, que ella misma prometió durante la campaña electoral. Ella no es una persona que va a a prometer algo y luego no cumplirlo, cueste lo que cueste. Ella ha demostrado ser de una pieza, una mujer ante todo íntegra, todo esto yo lo he ido descubriendo al hilo de la investigación, porque al principio yo no tenía una idea muy predeterminada de ella. Yo pensaba lo que pensaba la prensa, "¡pobre chica, se casó, qué drama, qué horror!"
Ahí está, bueno, pero no, no; es mucho más que eso Sonia Gandhi, y al entenderla lo que ha salido a la luz es una política ejemplar. Yo no conozco muchos políticos que hayan abandonado el poder después de haber arrasado en las elecciones como hizo ella. Lo que pasa es que en su caso se le volvió un poco en contra, porque al abandonar el poder y al designar un primer ministro, se hizo todavía más poderosa, como una reina en la sombra. Ella reina realmente en la India. El primer ministro Manmohan Singh es quien gobierna, pero no se hace nada importante en ese país enorme sin que ella lo sepa y es admirable, esta chica, esta azafata -de Alitalia quería ser-, que ha visto todos sus sueños truncados, es una historia con ingredientes de tragedia griega, que tiene ingredientes mismos del más puro drama; ingredientes profundamente literarios, porque son personajes que no han podido elegir su destino. El destino les ha elegido a ellos.
Hay una foto en que se ve Benazir Bhutto y Rajiv. Eran muy amigos, claro, son dos familias paralelas, y la muerte de Benazir Bhutto es muy paralela a la muerte que tuvo Rajiv. Ambos habían perdido el poder y ambos intentaban recuperarlo, ambos estaban enfrentados al conflicto de, o hacer caso a sus guardas de seguridad y abrazar, ir a restregarse con el pueblo, que es como se ganan las elecciones, o hacer caso y alejarse del pueblo. Y los dos no hicieron demasiado caso a sus guardas de seguridad y prefirieron no hacerse llevar por lo que ellos sentían que era ese abrazo, ese dar manos, ese hacerse al pueblo, y eso lo pagaron caro los dos; lo pagaron con sus propia vida. Paralelismos muy, muy curiosos.
Y esto la gente dice, bueno, que es una novela. Bueno, yo matizaría; esto es lo que se llama una novela de no ficción, como lo dicen en Estados Unidos, no ficción dramatizada. Esto es toda una historia verídica, y aquí no hay personajes inventadas, no hay situaciones inventadas, porque bastantes es esta familia como para, encima, tener que inventar algo. Es que ya es más increíble que cualquier ficción todo lo que les ha pasado, pero para explicar el tipo de libro que es, yo les pongo un ejemplo. Yo entrevisté a un altísimo miembro del gobierno que había sido testigo de una escena privada entre Sonia Gandhi y su marido. |