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Muerte
Hay situaciones, acontecimientos, sucesos de la vida que restan alegría como lo son las enfermedades, los problemas, la muerte.
La muerte. Parece increíble que el único suceso seguro en la vida de una persona reciba tan poca atención. Alejamos de nosotros el concepto de mortalidad como si el hecho de no pensar en ello fuese a evitar el desenlace.
El duelo es necesario. Sentir dolor por la pérdida de un ser querido es inevitable. Pero sí podemos evitar el miedo y la sensación de injusticia.
Creo en la continuidad existencial. A menudo pienso en la muerte como en un viaje que haré forzosamente. Será a un lugar del que se desconoce todo. Ubicación, costumbres, modo de vida. Tampoco conozco el día de hacer ese traslado. Podrá ser en cualquier momento. No podré llevarme a nadie ni a nada. Solo yo. No sé si encontraré a mis seres queridos que han partido ya.
¿Cómo me enfrento a esta situación? En primer lugar, teniendo todos mis asuntos al día. Procurando no dejar asuntos pendientes. No dejando cargas a los que se queden. Estando también al día en las relaciones. Sin ocupar excesivamente mi tiempo en cuestiones que no merezcan la pena.
Ya que no sé si mi vida en ese lugar tiene relación con ésta ya que no dispongo de esa información, puedo pensar que todo lo que aprenda como persona y que sin duda me es válido aquí, también puede serlo allí. Por lo tanto aprenderé a ser y estar mejor. Por mí y por los que me rodean. En este proceso el miedo no tiene cabida. Quizás sí el vértigo ante lo desconocido.
Nacer es el primer paso para morir. No hay un tiempo determinado ni una edad normal para fallecer. Podríamos pensar que la enfermedad es algo natural ya que se encuentra en la naturaleza. Incluso hay accidentes desde el principio de los tiempos. De hecho, para los partidarios de la teoría del Big Bang, la creación del Universo es uno de ellos.
Esto me recuerda un chiste de Jaimito:
Pregunta la profesora: Jaimito: ¿Cuál es el índice de mortalidad en España?
Y dice Jaimito: Hummm... ¿Uno por persona?
Siempre me ha fascinado de Jaimito que tiene mucha lógica en sus contestaciones. Es libre a la hora de razonar, no se deja condicionar por agentes externos.
Sentido del humor
El sentido del humor es algo verdaderamente útil. Hace posible esa perspectiva distinta de la que hablábamos hace un rato. Da la vuelta a la situación. La aligera, la trivializa. Algo que puede parecer grave se convierte, por arte de chiste, en una cuestión menor.
Desde la ciencia numerosos estudios avalan la teoría de la importancia del humor, de la risa. Se ha demostrado que esta última es un maravilloso ejercicio mental y físico. Reduce la tensión muscular, incrementa el oxígeno en sangre, ejercita el corazón, mejora la circulación y produce endorfinas, que son las llamadas hormonas del placer.
El tomar determinados asuntos con sentido del humor es altamente positivo ya que constituye una poderosa estrategia. Desde la antropología se considera el humor como una herramienta evolutiva.
Hay muchas formas de enfocarnos al humor. Existen personas con un carácter negativo, amargo, que encuentran una útil compensación con el sentido del humor. Entonces se utiliza el sarcasmo, la ironía, el humor negro. Porque no todas las personas con sentido del humor son alegres ¿verdad?
Entonces el humor, bajo mi punto de vista, pierde su valor ya que no acerca sino distancia, no aligera sino que enturbia.
También se puede bromear desde la igualdad, la cercanía, la facilidad. Es lo que se llama humor blanco, que es aquel que no tiene la intención de ridiculizar ni de menospreciar.
Llevo más de veinte años haciendo humor. Es fantástico hacer reír. Provocar la risa desde fuera.
Ahora complemento este trabajo con una invitación a la reflexión sobre como podemos hacer que surja desde dentro.
La risa libera tensiones y te hace olvidar preocupaciones. Mi pregunta es ¿cuántas de estas tensiones y preocupaciones me son necesarias? Aligerando mi vida voy a predisponerme con mucha más facilidad a la alegría y al humor. La risa surgirá con más facilidad.
Voy a hacerles una revelación. Soy una persona seria. Si, si entienden seriedad como yo, que es ser profesional, competente, responsable, sincero. Pero me río. Y es que creo que ser serio no quiere decir ser solemne, ni autoritario, ni aburrido. Es más, está demostrado que las personas divertidas son más eficientes, sobre todo si su trabajo es de cara al público. La amabilidad y el sentido del humor son una habilidad social que permite un trato más cercano.
Se han elaborado estudios que formulan la teoría de la información directa a través del humor. Cuando escuchamos por ejemplo, el discurso de un político, disponemos nuestros filtros mentales que criban la información recibida. Al tratarse de un lenguaje divertido y humorístico, nos despojamos de esos filtros y permitimos que la información nos llegue de una forma más directa. Esto puede ser porque conectamos con nuestro ser infantil que recibía datos como una esponja. |
