No se trata de ver solo la parte positiva de la vida y obviar u olvidar la parte negativa, sino enfocar tu atención en los aspectos más positivos y aceptar, solucionar y/o atender los aspectos más negativos.
Porque para poder potenciar lo más luminoso de la vida es imprescindible atreverse a mirar de frente lo más oscuro de ella. Cuando lo haces, la oscuridad se aclara y lo que habitaba en ella, que parecía inabarcable y confuso, se empequeñece y concreta.
Como cuando a un niño se le dice: jamás abras esa puerta. Dentro está el coco y si la abres te comerá. El niño se pasa la vida temiendo pasar por delante de esa puerta. Le hace sentir miedo cuando la ve y cuando no la ve, temiendo la posibilidad de que el coco salga y le coma. Cada vez que pasa por una puerta cerrada recuerda el coco y su miedo y se siente inseguro y temeroso. Hasta que un buen día se decide a abrir la puerta. Resulta que es una simple habitación en la que hay depositadas herramientas de su abuelo, que era carpintero. Su madre, temiendo que su hijo se hiciera daño y sufriera un accidente, prefirió, en lugar de enseñárselas y mostrarle su peligro, contarle algo que le mantuviera alejado. Con su mejor intención y por comodidad causó un gran daño a su hijo. Eso nos pasa a menudo. Por comodidad nos advierten del grave peligro de abrir una puerta. O somos nosotros los que preferimos colocar el rótulo de "Coco" en lugar de "Herramientas que pueden hacer daño pero que bien utilizadas sirven para construir"
3 Claves
Como comenté anteriormente, he llegado a la conclusión de que hay tres claves para sentirse bien. Libertad, Confianza y Motivación. Libertad de sentirme yo, de tomar mis propias decisiones y de ver la realidad tal cual es, confianza en mis verdaderas posibilidades y en el potencial de todos los seres que me rodean, y una motivación que me produzca una vida llena de interés y riqueza.
Libertad
Para llegar a la afirmación de SOY LIBRE, antes podría preguntarme ¿QUÉ SOY? ¿Soy crítico con la información que recibo o por el contrario hago mías las opiniones que vienen de determinados sectores de la sociedad? ¿Soy consciente de mi situación real y de los comportamientos que he mecanizado? ¿Dependo de otros para experimentar amor? ¿Amo en función de lo que recibo? ¿Qué es para mí el amor? ¿Soy amor?
Realmente el amor sustenta las tres claves.
Sentir la fuerza del amor me aporta confianza, seguridad.
El amor en sí constituye una motivación para vivir. Nos impulsa y llena de sentido.
Podríamos pensar que el miedo es lo contrario al amor. Por consiguiente, vivir en amor me ayuda a ser libre al liberarme de temores.
La libertad es algo que requiere fuerza y constancia. Personalmente creo que es más fácil acomodarse, dejar que otros decidan por mí.
Estamos inmersos en la era de lo políticamente correcto, de las tertulias de expertos, de las corrientes de pensamiento por sectores políticos, sociales, generacionales.
Hace poco leí un estudio que apuntaba que la gente con un comportamiento más ético y responsable son las personas que creen en el libre albedrío. Realmente tiene mucha lógica.
Si piensas que eres tú el que decide en cada momento de tu vida también eres tú el que adquieres un compromiso contigo mismo. Porque no todos pensamos igual. Hay personas que le dan un papel fundamental al factor suerte, otras consideran que todo está predeterminado, planeado, etc. Reflexionar sobre mi postura frente a estas cuestiones me ayuda a ser más consciente y libre.
También me ayuda a serlo recapacitar sobre lo que considero que son mis responsabilidades reales y qué papel doy a los demás para que me solucionen cuestiones importantes. Para que piensen por mí, para que decidan por mí. Familiares, terapeutas, políticos, etc. |