Milagros Valdés, que luego fuera directora de Diez Minutos, recuerda que le decían que se significaba, Mari G Santa Eulalia confiesa que la mayoría de sus amigas eran amas de casa y que la miraban y pensaban: "esa se sale del tiesto ".
Por su parte, Pura Ramos , que trabajó en Pueblo y luego en Informaciones, dice que ser periodista en aquel entonces era una cosa extraordinaria como cuando se era pequeña y te dicen mira un avión, o cuando las mujeres comenzaba a conducir y la gente les señalaba y decían , una mujer conduciendo y los guardias te dejaban pasar.
De las cuatro mujeres de los años 50, sólo una se caso y tuvo hijos. Era muy difícil conciliar en aquel entonces. Un caso excepcional fue Pura Ramos, que tuvo ocho hijos, uno detrás de otro.
Eran unos años donde el periodismo era muy artesanal. los teletipos llegan a golpe de bicicleta, había uso ciclistas que lo llevaban de la Agencia Efe a los diarios. No había maqueta, ni nada por el estilo. Cogías los teletipos, los titulabas y lo dabas al redactor jefe. Ellas tuvieron que bregar con las páginas femeninas. Era todo muy artesanal. Lo recuerda Pura Ramos.. "estaba en internacional, pero también hacía los temas de mujeres. NO teníamos ecos de sociedad y lo más frívolo era la guapa de la semana. Era de una sequedad total.
COMIENZA EL CAMBIO
A ellas pronto se les unieron otras, que comenzaban rebelarse contra sus madres. Los años 60 y 70 llevó a las mujeres a la universidad. L as tiradas eran modestas. En 1964 se estimaban que la tirada total era de 2.200.000 ejemplares diarios, muy por debajo de los 3 millones de 1931. El número de cabeceras era de 107, 43 de propiedad estatal. Todos crecían en esa década, por ejemplo, El Correo Español-El pueblo Vasco pasó de 68 mil a 80 mil, de 1965 a 1970.
Cuenta Pilar Urbano que mando la solicitud de las prácticas a Las Provincias y firmó como P.Urbano. El susto del director fue tal cuando vio a Pilar, que le dijo que le firmaba las prácticas porque era verano, hacía calor y los hombres iban con las chaquetas desabrochadas, además tenía que salir de noche. Pilar se quedó más tarde como corresponsal de Las Provincias en Madrid.
También entró en aquella época Juby Bustamente, que entró en la Escuela en 1964. En su promoción se graduaron cuatro mujeres. Nos consideraban algo curioso. Juby fue la primera mujer en nómina del diario santanderino Alerta y luego en el Madrid..
Los periódicos del movimiento fueron buena cantera. En uno de ellos, El Arriba, entró Nativel Preciado en 1966, y así lo cuenta: "Era el año 66. Hacía entrevistas; algunas gloriosas como a Fernando Arrabal, que en la redacción decía que era rojo y maricón. La secretaria de dirección y yo éramos las únicas mujeres. Luego entraron...".
Y siguieron entrando. Rosa Paz, hoy periodista de la Vanguardia , aterrizo en el Diario de Huesca, y relata que eran un chico y una chica. Al chico le dieron la información del ayuntamiento y a ella las actividades infantiles del parque. Esa es una anécdota que se repite mucho.. Hay que decir que Rosa fue luego directora del Diario de Huesca.
Fueron años repletos de anécdotas. El periodismo estaba cambiando y el cambio se mascaba en el ambiente... Y las mujeres van tomando posiciones. |