Después de un año, aseguramos la independencia económica. La estructura funciona sólo con recursos locales. Vendemos medicamentos esenciales, que compramos en la India y en Holanda con un beneficio del 20% y, con este beneficio, intentamos viabilizar la estructura. Lo que quiere decir que el dinero que dais se convierte en una empresa, en una empresa que da salud, pero no en una empresa que produce beneficio también. Y hoy, de menos 100.000 euros conseguimos viabilizar 13 centros de salud que funcionan sin ayuda externa. Tenemos un programa de abastecimiento de medicamentos esenciales porque sale menos caro. Un tratamiento allí normalmente puede costar dos, tres euros a cada persona, para que sea asequible a la población más pobre. Porque el servicio católico de salud está implantado en los barrios más pobres de la ciudad.
Y, después, hacemos formación del personal. De 250 personas, somos 6 médicos, 189 enfermeros y el personal administrativo. Como extranjeros, yo italiano, el cirujano bielorruso y el 99% del personal es camerunés, el responsable del servicio de salud es camerunés. Esto nos garantiza que llevamos un sistema de salud que funciona según el sistema camerunés y no con un sistema impuesto del extranjero.
¿Qué hacemos? Control de enfermedades tropicales. Decía que cada año en África mueren dos millones de personas de paludismo. Paludismo, enfermedades de trasmisión hídrica, tenemos brotes de meningitis, de cólera, de filaria, de paludismo. Por supuesto, la tuberculosis. De la tuberculosis se habla muy poco, pero causa un millón de muertos cada año. Esto también, a menudo, se desconoce. El Sida con 24 millones y medio de personas seropositivas en toda África, Camerún tiene como 500.000 personas seropositivas, personas que sin medicamentos quedarían condenadas a muerte. Después, en el entorno urbano, empiezan a aparecer hipertensión y diabetes. La gente cambia de hábito alimenticio, cambia de costumbre de vida y entonces aparecen enfermedades que cuestan mucho, porque no conseguimos la medicación para estas enfermedades.
Y después la mortalidad materna infantil. De 100 niños que nacen, uno muere, que es muchísimo. En el primer centro de salud donde empezamos. Había una mesa, una silla, el suelo con barro y la selva tropical que rodeaba el centro de salud. Ahí empecé mi consulta hace once años. Empezamos construyendo estructuras, pidiendo ayudas a organismos internacionales, y hoy tenemos estructuras modernas que atienden a 400-500 personas cada día. Cada día nos pueden cortar la electricidad como diez veces y si os encontráis en un quirófano, bueno..., puede pasar algo grave. Intentamos hacer la formación del personal local con medios muy simples y normalmente la consulta la pasan enfermeros. En todo Camerún, decía, que las zonas pobres tienen un médico cada 25.000-30.000. Todo Camerún tiene un médico cada 15.000 personas. No teniendo médicos formamos enfermeros, y los enfermeros hacen de médicos de cabecera y normalmente lo llevan muy bien, con instrumentos muy sencillos, medicamentos esenciales. Bueno, antes hemos visto uno de los 500 niños de parejas seropositivas que nació sin Sida. Este fue unos de los proyectos que empezamos con Manos Unidas.
¿Qué hacemos? 340.000 visitas que son el 30% de las actividades de la ciudad, una cobertura vacunal cuando empezamos encontramos el 30%, hoy estamos al 93, 8.000 partos, 15.000 consultas prenatales, cirugía y, bueno, esto me parece muy importante, la mortalidad neonatal, que estaba al 37 por 1.000, la bajamos al 7 por 1.000 y esto sólo con programas de control de embarazo de riesgo y formación del personal local, con muy pocos medios y, entonces, con poco se puede hacer mucho, y el precio medio de acto médico por enfermo es de tres euros.
Cuando llegué a Camerún, es un sistema de pago directo lo que quiere decir que cuando vais al hospital tenéis que pagar todo, la entrada, el médico, los medicamentos, la cama, la habitación, el laboratorio y entonces, un paludismo os puede costar como la mitad del sueldo mensual. Si consideráis que un camerunés se puede enfermar de paludismo una vez cada dos meses, es muchísimo y la mitad de su sueldo mensual se iba en medicación. Hoy conseguimos bajar los precios a un precio asequible -son tres euros-, y entonces la gente puede.